EL PLACER DE SER CUBANO

por Esteban Fernández


Yo no se para usted pero para mí ser cubano más que una nacionalidad, más que un deber o una obligación, o un derecho por haber nacido en la Perla de las Antillas, ser cubano es tremendo PLACER. Vaya, ser cubano es un vacilón, mi hermano.

A mí me encanta todo lo cubano, disfruto de todas las cosas cubanas, de la música, de los dicharachos, de las expresiones. Yo como de todo, comida de todas las nacionalidades, pero la verdad es que comerme un aporreado de tasajo, un quimbombó, un buen ajiaco es para mí una delicia. Denme un arroz con pollo a la chorrera, hecho por una cocinera cubana, y yo soy feliz.

¿Usted nunca ha estado reunido con un grupo de cubanos que abren un hueco en la tierra y comienzan a cocinar, lentamente, dándole vueltas, y dándose tragos, un puerco entero? Y después comenzar a arrancarle pedazos al cerdo y devorarlo poco a poco y que la grasa comience a corrernos por las mejillas. Para mí eso es Cuba Chaguito. A mí la boca se me hace agua de solo pensarlo. Y después agarrar un pedazo grande del cochino y ponerlo en un plato junto a un buen arroz con frijoles y yuca.

Yo no sé usted pero yo puedo escuchar casi todas las músicas, me pueden encantar muchísimas melodías, hasta puedo disfrutar de un grupo de mariachis, puedo deleitarme viendo a una pareja bailando un buen tango. Disfruto de Carlos Gardel, de Luis Miguel, pero de verdad cuando no me puedo contener en mi silla es cuando suenan un buen rumbón. Ahí si que yo soy capaz hasta de salir a bailar solo. Sí, señoras y señores ¡la música cubana es la mía!.

Quizás yo soy uno de los pocos seres humanos en este planeta que prefiere mil veces escuchar a Benny Moré mejor que a Plácido Domingo. Yo puedo ver la tragedia más grande en una película y me quedo impávido. Sin embargo, me pasé casi entera la película de Andy García, Lost City, con los ojos llenos de lágrimas. A veces hasta risa me daba notar que estaba llorando como un bobo.

Yo disfruto todos y cada uno de los dicharachos cubanos. Me encanta hasta la chusmería cubana. "¿Qué volá asere?" La semana que viene les voy a escribir sobre LOS MIEDOS que existen aquí en el país más poderoso del mundo, pero hoy de antemano les voy a decir los antídotos cubanos para todos los miedos. Es decir, que cuando usted tiene el inmenso placer de vivir entre cubanos NO HAY MIEDOS, no hay tormentos porque "el que tenga miedo que se compre un perro, no te preocupes que del suelo no pasas, a mí plin, porque a mí si que me roncan los..."

Que rico es ser cubano, eso es un orgullo, una delicia, somos una nacionalidad con miles de héroes. Héroes del pasado, héroes del presente y "juégueselo todo al canelo" tendremos héroes en el futuro. Desde Guillermón Moncada, Quintín Bandera, José Martí y Antonio Maceo, pasando por las heroínas Celia Cruz, y Olga Guillot, la gran Gloria Estefan y el bárbaro Willy Chirino, hasta los niñitos cubanos que acaban de nacer en Cuba, o en Miami, o en New Jersey o en California y van a ser héroes de la cubanía.

Cuánto orgullo siento cuando voy a una fiesta en la Cofradía de la Caridad del Cobre, o en mi querido Círculo Güinero, o el Club del Valle de San Gabriel, o un baile del Club Manzanillero y veo a los niños con "t-shirt" con la bandera cubana o con el escudo de la Patria sagrada. El otro día vi a un muchachito con un pullover que decía: "I am made in U.S.A. with cuban parts" Y a mí eso ME ENCANTA.

Que delicioso es que no tenemos ni que ser católicos para saber que estamos cuidados por San Lázaro, por Santa Bárbara, por la Caridad. Y yo les juro que si todo lo cubano desapareciera Esteban Fernández se conformaría con una sola palabra para ser feliz y esa palabra es "¡Coñoooooooooooooooooo!" .



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