T-SHIRTS DEL CHE

por Esteban Fernández

Los pullovers con la efigie del Che Guevara pululan en el ambiente. Aquí y en todas partes. Es una verdadera epidemia. Al principio me encendía la sangre verlos y hasta broncas he tenido con los usuarios de esa basura. Hasta que me di cuenta de que el 99 por ciento de los que se ponen ese adefesio no tienen ni la menor idea de quien verdaderamente fue ese tipo. Un día me puse bravo y le pregunté al muchacho que traía el T shirt: “Y ¿tú sabes quién fue ese tipejo que con tanto orgullo llevas en el pecho?” Y me contestó: “Cómo no, fue un famoso cantante de Rock and Roll” La mayoría no puede dar detalles de la vida del atorrante argentino. Uno me dijo “Creo que cantaba tangos en Buenos Aires”, otros saben que estuvo en Cuba en las guerrillas de Castro pero hasta ahí llegan sus conocimientos. Ni son guevaristas, ni fidelistas, ni comunistas, son comemierdas. Y son ignorantes de la vida de este fatídico asesino vulgar.

En una fiesta en la casa de mi hija se atrevió a llegar un joven con la cara del Che en su pecho. Me extendió la mano para saludarme, se la negué. Le dije que podía usar eso en la calle, pero no en mi territorio. Me dijo que no tenía ni la más ligera idea por qué yo estaba bravo, ni quién era la persona que estaba exhibiendo. Acalorado le expliqué. Sorprendido se fue al patio, se quitó el “t shirt” y lo quemó. Y le di un abrazo.

En poquitas palabras le dije que: al principio era un berraco en la Sierra Maestra durante las guerrillas castristas, le decían “el saca muelas”, pero rápidamente la cosa cambió cuando le metió un tiro en la cabeza a un guajiro llamado Eutimio Guerra. Fue en realidad el primer asesinato cometido en el Pico Turquino.

Allí, por primera vez, Fidel, Raúl, Almeida, Ramiro, lo miraron con otros ojos. Vaya, se dieron cuenta que el argentino (que lo traían creyendo que era médico sin ser médico ni un carijo) era un criminal nato.

Le cayó mal a todo el mundo. Inclusive Castro y su plana mayor lo detestaron desde un principio. Era un pesado, un engreído, un soquete, detestaba y despreciaba a todos los seres humanos. Se creía superior a todos. Hasta a su jefe Castro.

Enfermizo, asmático, débil, odiaba el béisbol, no le interesa la música, quiso infructuosamente (por no decir imbécilmente) que los guajiros de la Sierra Maestra aprendieran a jugar ajedrez. Su famosa caminata de Oriente a Las Villas fue “comprada” al enemigo que se vendió y le permitió la travesía. Creo que no tuvo ni un verdadero combate en todo el trayecto. Y si hubo muertos fueron por accidentes en el camino.

Al triunfo (que verdaderamente no fue un triunfo, pero él se creyó estúpidamente que fue una gran victoria, y ese error le costó la vida mas tarde) se fue a una agencia de carros de La Habana y se llevó DOS CHEVROLETS Impala (convertibles) nuevos. Vaya, el rey actual de los descamisados y los humildes con dos automóviles nuevos. Y robados. Fue uno de los primeros robos.

Se fue a una de las mejores playas del país (creo que Tarará) y se cogió una gran mansión allí. Con el pretexto de que le convenía el aire y ambiente de esa playa para su enfermedad. Se fue a La Cabaña e hizo el baño de sangre más grande que recuerda la América en pleno. Todos los asesinos en serie del mundo, incluyendo a Charles Manson, el estrangulador de Boston, Richard Ramírez, y todos los demás se quedan chiquitos comparados con esta hiena. Fracasó rotundamente en todos los cargos que le fueron asignados. Firmó los billetes de Cuba con su seudónimo de Che.

En África salió vivo de milagro, fracasó por completo. Y se fue a Bolivia donde acumuló un millón de errores militares que lo llevó al matadero. Y los bolivianos lo tiraron arriba de un fregadero como un pescado en tarima. Castro despidió el duelo en La Habana. Acto seguido se fue a jugar básquet. Creó un mito. Y un millón de tontos hoy lo tienen en el pecho de adorno creyendo de él todo menos la verdad.


FIN



Éste y otros excelentes artículos del mismo AUTOR aparecen en la REVISTA GUARACABUYA con dirección electrónica de:

www.amigospais-guaracabuya.org