TELEVISIÓN AYER Y HOY

por Estéban Fernández

Yo soy un enamorado y un defensor de la Cuba de ayer. Cada cual tiene el derecho de criticar y barrer el piso con nuestro pasado pero yo lo adoro. Por favor, si hasta veo a nuestros niños aquí llenos de computadoras y juegos sofisticados y los comparo con nuestra humilde, bonita y sana niñez en Cuba y me producen pena.

Por ejemplo ¿yo estoy loco o la televisión en Cuba hace 50 años era mejor, más agradable, decente, inteligente y educada que hoy en día la televisión hispana aquí?

¿Usted nunca le ha tirado un vistazo (porque vistazo es lo único que se le puede dar a esa indecencia) al programa José Luis Sin Censura? Eso da asco, inmoralidades, broncas, malas palabras, nudismo, atrocidades, imbecilidades, y cretinadas. Compare eso con un Álbum Phillips o con un Jueves de Partagás. Si usted que me lee no es cubano, o nació después de esa época gloriosa, permítame decirles que eran programas bellos, finos, amenos, simpáticos, con artistas de renombre universal. Jamás en la vida usted escuchaba en nuestra televisión una grosería, ni una falta de respeto, ni un chiste de doble sentido, ni un solo error en la dicción.

Yo creo que teníamos como 100 programas durante la semana, aquí creo que son como 15 y los demás son telenovelas. En la televisión nuestras jamás hubiera actuado un Don Francisco ¿usted recuerda a algún pesado, falto de respeto, como el gordo bofe este, actuando en la televisión cubana de antaño? En la televisión cubana de cuando yo era un niño nunca hubiéramos visto a un Raúl de Molina desbaratando el idioma castellano. Nunca en la vida yo escuché una sola palabra mal dicha en la televisión nuestra.

Aquí actualmente en la televisión se pasan la vida poniéndonos chismes de los artistas, tarros, desvergüenzas, noviazgos inventados, y encima de eso nos tienen a pupilo informaciones y tonterías sobre los mismos artistas. Difícil es encender el televisor y no ver algunas imágenes (sin su permiso y sin su deseo) del cantante Luis Miguel con alguna muchacha diferente. Allá, yo me acuerdo con verdadera emoción de la Taberna de Pedro con Jesús Alvariño, de La Familia Pilón, de Rolando Ochoa, de Eduardo Egea, de Minín Bujones, de Rolandito Barral, Albertico Insua, programas como ELLOS DOS Y ALGUIEN MAS.

Compare eso con las atrocidades e imbecilidades que tenemos que ver en el programa de Laura. Hay un programa llamado Segunda Cita que a veces tiene escenas pornográficas.

Muchos programas actuales en la televisión hispana son imitaciones de programas viejos americanos. Y como les dije con anterioridad el 95% de la programación actual se trata de telenovelas que la mayoría son tremenda basura. Casi todos los programas que traen invitados con problemas (con cosas que uno no le contaría ni a los más cercanos amigos) son preparados, son paquetes, y les pagan a los participantes y les indican el papel que deben hacer y las barbaridades que deben decir.

Mientras tanto nosotros podíamos ver a Pedro Infante, o a Pedro Vargas, o al Benny Moré cantando en El Cabaret Regalías. ¿Hay algo mejor que el Cabaret Regalías aquí?

Usted (si es viejo) dígame si alguna vez en la televisión cubana escuchó una sola mala palabra, vaya, aunque sea un solo coñito o un solo carajito. Yo les garantizo a ustedes que de muchachito yo me pasaba la vida (desde que llegaron los primeros televisores a mi país) delante de la pantalla de televisión y JAMAS vi ni escuché UNA SOLA INMORALIDAD. Aquí ya casi soy un viejo y todos los días tengo que ruborizarme y asquearme cada vez que prendo la dichosa televisión hispana.


FIN



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