"TERRORISMO, NO"

por Esteban Casañas Lostal


Enciendo el ordenador y mientras va cargando preparo la cafetera, son movimientos casi monótonos que realizo cada mañana. Luego de la colada tomo un cenicero y me refugio en la oficina. Antes de pasear por páginas habituales y familiares de la net, reviso mi correo que casi siempre es numeroso. Hoy, una amiga me envió un artículo que una vez apareció en el periódico "Trabajadores", dícese que es un órgano al servicio de la clase obrera cubana. El encabezamiento de ese mensaje era una pregunta, ¿es tu hermano? Llamó rápidamente mi atención esa pregunta y fue el primero en abrir. ¡Sorpresa! Sí, era efectivamente mi hermano el hombre que aparece en la fotografía. Leo y no hubo espacio a las dudas, lleva mis dos apellidos.

El artículo de referencia, trata sobre los ataques terroristas de los que han sido víctima los pescadores cubanos. Su autor, un polifacético cubano llamado Pedro Águila Larrinaga, quien se incorporó a la labor de pescador en 1966 y se ha desempeñado como marino de cubierta, ayudante de máquina, contramaestre y ayudante de pesca, y en la actualidad labora en el Departamento de Capacitación de la Agencia GENMAR, de PESPORT, y dedica parte de su tiempo a investigar la historia de ese importante sector. Así reza en la mencionada página del supuesto órgano de prensa al servicio de los trabajadores.

Leo con detenimiento el mencionado artículo y encuentro algunas imprecisiones o fallos en la memoria de mi hermano, y errores que son insertados en la historia del país por parte del mencionado "historiador". ¡Vayamos por parte!

En junio de 1973, el hoy capitán Carlos Casañas Lostal integraba la tripulación que partiría en el buque Mar del Plata -entonces uno de los mejores de la flota cubana y de los más grandes de América Latina- hacia la zona de pesca de Perú. En aquella ocasión se desempeñaba como tercer oficial de cubierta y, encontrándose de guardia, se generó un incendio en el área de envase del pescado".

En esa fecha yo me encontraba a bordo del buque escuela "Viet Nam Heroico" surto en el puerto habanero los días de aquel siniestro. Como es de suponer, toda la familia estuvo preocupada durante el período de su natural detención en el cuartel de la seguridad del estado conocida como "Villa Marista".

"El barco, que había sido avituallado en Ciudad del Cabo, se mantuvo ardiendo alrededor de una semana y las pérdidas fueron cuantiosas -señala Casañas Lostal-. De acuerdo con el resultado de las investigaciones, las cajas de pescado contenían fósforo vivo, sustancia que se activó debido a las altas temperaturas de nuestro país".

Bueno, aquí comienzan las imprecisiones a las que me refiero con anterioridad. "El barco había sido avituallado en Ciudad del Cabo". Para los que son ajenos a la profesión, ese avituallamiento al que se hace referencia, es el concerniente a todo el material necesario para garantizar una navegación, hablamos entonces de víveres, combustible, agua, etc., pueden incluirse en tal caso "artes de pesca". Debo aclarar también que en aquellos tiempos, la Flota Cubana de Pesca contaba con una base en Ciudad del Cabo, y que los buques de la zona recalaban a ese puerto para cambios de tripulaciones, descarga de sus productos, reparaciones eventuales y vituallas. ¿Cómo puede masticarse eso de las cajas de pescado en un buque que partió de su base, y que tenía como destino final las costas de Perú? Cabe la posibilidad de que las hayan embarcado con destino a la isla. De acuerdo al resultado de la investigación (muy probable realizada por el mencionado historiador) las cajas de pescado contenían fósforo vivo, sustancia que se activó debido a las altas temperaturas de nuestro país. ¡Dios mío! ¿Cómo digerir esto? Si las cajas de las que se hablan contenían pescado, ¿cómo pudo ser posible cargarlas en Ciudad del Cabo, transportarlas hasta Cuba y mantenerlas durante la estancia de la nave en el puerto fuera de las neveras? ¡Por Dios santo! Tengan un poco más de consideración hacia las personas que leen.

Bueno, yo sé que ambos cumplen órdenes, tanto mi hermano como el supuesto "historiador" que tantas piruetas ha dado para sobrevivir al naufragio de la flota pesquera cubana. No me queda otra alternativa que brindarles mi versión sobre aquel supuesto acto terrorista. Esta es la versión escuchada de un antiguo tercer oficial pocas horas después de salir de Villa Marista.

El incendio se originó en los compartimentos dedicados a estibar las artes de pesca, casi todas ellas elaboradas con productos derivados del petróleo como polipropileno, nylon y polietileno. Dichas áreas y por encontrarse algunas en espacios abiertos de cubierta, no contaban con los sistemas de CO2 para extinguir esos incendios y el agua en esos casos resulta ineficaz para combatirlos. El fuego se propagó a diferentes compartimentos de la nave hasta generalizarse. De tanta agua utilizada en el fallido intento por extinguirlo, la nave se hundió atracada en el muelle que queda exactamente en el punto donde se dividen la ensenada de Ataré y Regla. Allí permaneció escorada contra el muelle por varios meses hasta que la reflotaron y sacaron a reparar o vender como chatarra, desconozco el destino final.

Esperaré el tiempo necesario, el imprescindible para el cambio inevitable, viajaré un día hasta Cuba con varios propósitos. Uno de ellos será refrescarle un poco la memoria a mi hermano, lo haré con desenfado, sin rencores. Tal vez y si me sobra tiempo, trataré de averiguar por ese supuesto historiador que un día pretendió tergiversar nuestra historia. ¡Terrorismo, no! ¡Terrorismo psicológico, tampoco!


Pueden encontrar el artículo en la sig. dirección
http://www.trabajadores.cubaweb.cu/especiales/terrorismo_no/docs-decla/textos/larga.htm


Esteban Casañas Lostal
Montreal..Canadá
2006-04-02


Y si tenéis por rey a un déspota, deberéis destronarlo, pero comprobad que el trono que erigiera en vuestro interior ha sido antes destruido.

Jalil Gibrán



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