"HA MUERTO MILOSEVIC"

Por Esteban Casañas Lostal.


Mientras la mayoría de los cubanos permanecemos inmersos en esa gran batalla de los batazos, strikes, outs y las bolas. Batalla de por sí mucho más interesante que el duro bregar diario, unos, tratando de llenar a medias un plato de comida, y otros, contando los centavos para luego enviarlos a su antigua playa. Mientras hacemos infinidad de planes para cavar una tumba, y otros personajes (popularísimos), como Silvio Rodríguez (por ejemplo), manifiestan que el vacío que producirá la marcha de su bendecido padre no podrá ser ocupado por nadie, y se equivoca mucho el compositor en tal afirmación, se equivoca digo y no deseo cometer errores de cálculos justificado por la ausencia a mi antigua profesión. En fin, tomando en consideración el factor de estiba del comandante (espacio que ocupará su cuerpo y figura dentro de cualquier espacio, se mide generalmente en toneladas por metros o pies cúbicos) Disculpen que me detenga en esos detalles técnicos que tal vez ustedes no comprendan. En fin, si tenemos en consideración el factor de estiba del comandante, incluyendo sus charreteras y gorras de campaña, incluyendo todos sus uniformes y su escolta, incluyendo su malograda prótesis y hasta su esposa. Podemos incluir también dentro de esa carga todos los cidí y discos de acetato con los discursos pronunciados en casi medio siglo. En fin, incluyéndolo todo, casas, carros blindados, yates, prisiones y hasta los últimos aviones Ilushin. Incluyámoslo todo como hacían los faraones, metamos de paso a la Bonafini y al pibe de Maradona, a Silvio con su Unicornio, a Chávez, a Evo, a Zapatero y hasta la mismísima Alicia con su lago y cisnes muertos. Bueno, si le aplicamos un broken stowage ínfimo, insignificante y con el interés de ayudar al cantante a llenar ese vacío. ¡Un minuto! Debo aclararles que al aplicar valores mínimos de broken stowage (espacio inocupado por la carga, o sea, espacio perdido) estoy ayudando al camarada Silvio a que su tumba sea más grande en apariencias y en consecuencias sea más difícil de llenar como él afirma. Bueno, de acuerdo a mi experiencia en buques de carga general, porta contenedores, graneros y refrigerados, solo tengo una respuesta, sobra el estiércol de una cuadra cubana para llenar ese vacío. ¡Ah! Hablo de una cuadra teniendo en consideración que los cubanos comen malamente una vez al día. Si desayunaran, almorzaran y comieran como deben hacerlo los seres humanos, con dos casas me bastan para llenar esa bodega, digo, esa tumba. ¡Ya sé!, ¡Ya sé!, como siempre, me hablarán de los inditos americanos, de los haitianos, de los africanos. No me interesa, yo hablo de Cuba.

Pero ese no es el tema de hoy, el asunto es que, mirando los noticieros, acción casi masoquista que realizo a diario, me encuentro con la noticia del fallecimiento de Milosevic. Lo asombroso no es que se haya puesto el traje de palo, lo relevante y que deja de serlo con el tiempo, es que periodistas y canales de televisión se preocupen tanto por la muerte de ese… Mejor dejarlo así para no herir susceptibilidades, parece que es una corriente tan de moda como el reggaeton. Los rusos protestando y preocupados porque un día quisieron darle tratamiento médico, algunos serbios encendiendo velitas en memoria del canalla muerto. ¿Y los periodistas?, ¿ellos?, destilando veneno y manipulando. Los otros días leía un artículo donde se manifestaba igual preocupación por los “derechos humanos” del Chacal, un inhumano criminal que nunca se arrepintió de sus asesinatos. Ayer, nos vendieron la imagen casi santificada de Arafat, ladrón y asesino que hizo fortuna con las donaciones de muchos pueblos a su causa. Ayer, nos vendieron la imagen casi evangélica de un chacal argentino, sucio, asmático, implacable con sus enemigos, fundador de esa corriente de odio entre cubanos. Ayer, nos vendieron la imagen del único asesino existente en el universo, un chileno al que le faltan muchos muertos para alcanzar al cubano. Hoy, insisten en vendernos la imagen piadosa de un viejito hablador como un papagayo, caprichoso, destructor, con una sed de sangre insaciable. Hoy, insisten en hacernos creer que todos los viejitos son buenos.

A muerto Milosevic mientras los cubanos permanecemos inmersos en esa ardua batalla de batazos y carteles. Me acaba de llamar un amigo desde Miami para decirme que Dominicana le va ganando a Cuba en el séptimo ocho carreras por una. Me uno a su batalla pelotera y política, ni son tan santos los peloteros, ni tan ingenuas sus declaraciones, ni tan fáciles sus vidas, eso dejó de ser mi problema, cada cual que la resuelva a su manera, ellos a las suyas, nosotros a las nuestras. Unos, tratarán de llenar el plato a medias, otros, tratarán de hacer overtime para enviar unos kilitos extras a la otra playa. Unos y otros permanecerán sentados junto al televisor mientras dure el partido. ¿Y los periodistas? Tratando de evangelizar a un asesino. ¿Y algunos de nosotros? Aguantando los deseos de ir al baño para rellenar el vacío que producirá la muerte del papá de Silvio, murió Milosevic, un hijoputa menos, espero que me disculpen los susceptibles.


Esteban Casañas Lostal
Montreal..Canadá.
2006-03-13



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