"FELICIDADES COMANDANTE" Por Esteban Casañas Lostal ¿Se acuerda cuando nos conocimos en casa de Maria Antonia?.....Stop…. Perdón, vuelvo a rebobinar el casete, es que como andaba conversando y escribiendo a la vez, perdí el hilo de las ideas……Shsssssssssssssss. Stop. Si supiera Comandante, bueno, en realidad no puedo describir el leve ruido que produce esta grabadora cuando se rebobina. Es casi silenciosa y bien chiquitica, la misma que usan los periodistas. No lo canso, los cubanos solo la han visto en los noticieros y películas…… ¡En lo absoluto Comandante! No se parecen en nada a aquellos gigantes artefactos rusos. Play….. Se acabó la diversión, llegó….Stop…… ¿Se acuerda de eso?.... Shsssssssss. Stop… Tengo tantas basuras grabadas que ahora no encuentro la parte dedicada a su cumple…… Play…. Si deshecha en menudos pedazos, llega a ser mi bandera……Stop….. Creo que la voz de esa persona deba traerle malos recuerdos, no deseo torturarlo. Shsssssssssssss. Stop…. ¿Se acuerda de Camilo?, cuánto misterio en su desaparición. Voy a seguir buscando para celebrar su aniversario. Play… La era está pariendo un corazón………. Stop… ¡Qué fidelidad!..... Shsssssssssssssss. Stop. Play…. Porque cuando un pueblo humilde y viril llora….. Stop… Shsssssssssssss. Stop. Play…….. ¡Hundiremos la isla!.....Stop.. Esa es la voz de su hermanito …Shssssssss. Stop….. Play…. ¡Que se vayan, no los necesitamos!....Stop. No creo que encuentre dentro de toda esa mezcla de frases y consignas la que tenía preparada para iniciar esta felicitación. Me parece mejor realizarla a mi manera, bueno, me gusta mucho la improvisación. ¡Felicidades Comandante! ¿Ya son 78? Ni se imagina el placer que siento en estos momentos. Razones sobran, es un año menos entre nosotros y otro más que lo acerca a sus muertos. Imagino a un ejército de fantasmas ansiosos por darle la bienvenida. No sabe cuántos de nosotros le celebraremos una merecida despedida. Le prometo comprar el vodka más caro para el evento. Hoy me traen desagradables recuerdos de mi tierra, ¿se acuerda de aquellos tiempos? Claro que sí, bueno, tal vez con su senilidad vaya perdiendo la memoria, pero no se preocupe, eso le sucede a los mortales. ¿Creyó alguna vez ser inmortal? No se apure en contestar, aproveche en lo que viro el rostro y acomódese el pamper, de paso, limpie el hilo de baba que escapa de la comisura de sus labios y le chorrea la barba. ¿Quién lo diría? Como pasan los tiempos, y el tiempo es cruel Comandante, fíjese que ya no queda nada de aquella figura arrogante, solo un esperpento, una cruel caricatura. Le mencionaba aquellos tiempos compartidos en su isla y las ridículas llegadas de sus cumpleaños, ¿lo recuerda ahora? Supongamos que sí, pensemos que conserva algunas neuronas. Ni se imagina lo mal que me caía ver a tantos tracatranes imponiendo metas para regalárselas el día de su cumple, así como se lo digo, como si fueran un cake. Déjeme refrescarle la memoria, le regalaron escuelitas, círculos infantiles, policlínicos, millones de toneladas de azúcar, aviones, barcos, metas infladas. Por regalarle en franca guataquería, le regalaron hasta nuestras voluntades, nuestros sueños, ansiedades, gustos, nuestra familia. Le ofrecieron dentro de estuches bien adornados nuestra libertad, la de andar como cualquier ser humano, la de pensar, expresarse, y eso no fue lo peor, más indigno fue aceptarlos. ¡Esta es tu casa Fidel! Colocaron con chapillas en las puertas de humildes hogares como muestras de simpatías. Pero tu ambición ilimitada te llevó más lejos, de ellas te adueñaste, vagaste entre nosotros destilando veneno y dividiste nuestros hogares. ¡Felicidades Comandante! Recibe un saludo de quienes descansan en el fondo de los mares, también de aquellos infelices que murieron asfixiados en trenes de aterrizajes, de los fusilados, de los que murieron en tierras extrañas para satisfacer tu ego. ¡Ya ves! Eres saludado por un ejército de muertos. ¿Sabes que sucederá? Lo mismo que a Mao, pregúntale a cualquier chino, te responderán con el pulgar hacia abajo sin conocer nada de coliseos, emperadores y gladiadores. Así de sencillo te hundirá la historia, y desaparecerán todos tus cuadros, y la imagen fija en los noticieros. ¿Qué se hará con tus despojos? ¿Quién pudiera saberlo? Sería mejor enviarlos al espacio sin programas de regreso. ¡Felicidades Comandante! Ya le queda uno menos, cada día se le acerca más el final y siento pena por ello. Privaste a Cuba de llenarla de gloria con tu presencia, porque la gloria cayó en tus manos como a nadie. Pudiste elevarte a la altura de otros gigantes en este continente, pero tu vanidad y odio te consumió. Tus ambiciones de poder fueron superiores a la inmortalidad, y aunque en tu poco tiempo de lucidez te niegues a aceptar, tu imagen y memoria pasará al estercolero de la historia. En medio de tu embriaguez olvidaste que la patria no era un feudo, ni sus habitantes serviles ovejas. Te creíste Napoleón y solo te elevaste a la tenebrosidad de Fouchet. Nunca temblaste cuando tu hoz decapitara artistas, intelectuales, obreros, militares y hasta camaradas que te fueron fieles. Nunca temiste ante el resultado de frustrados experimentos y te fuiste más lejos condimentando nuestra historia con especias desconocidas. Fuiste atrevido vinculando a Martí con Lenin y rindiéndoles tributos injustificados al soldado desconocido. Desconocido por ti solamente, porque los anteriores a ti habíamos estudiado nuestra historia. ¡Felicidades Comandante! ¿Qué tienen para ofrecerte en tu cumpleaños? ¿Las vacas enanas de Pica Pica? ¿El malecón repleto de niñas prostituidas? ¿Los esclavos que explotan las corporaciones? ¿Qué tendrán para regalarte que no destruiste? Aproveche ahora que vuelvo a virar el rostro para que se acomode el pamper, dígale a la escolta que le limpie la insistente baba. No se acompleje Comandante, por esa etapa de la vida deben pasar todos los mortales y de eso estamos concientes, solo Ud. se equivocó. Le prometo que cuando se muera, cuando lo tengan adornadito de su uniforme con la charretera del rombo rojinegro, cuando una larga cola de desesperados se forme a lo largo de toda la plaza, cuando todos sus cómplices hayan desfilado junto a su féretro. Bueno, antes de que pueda ser recibido por ese ejército de fantasmas, le prometo que pararé a mi nieto frente al televisor y le cantará a todo pulmón el Happy Birday que tanto se merece. Shsssssssssssssssssssssssssssssss. Stop…… Rebobino y borro toda la mierda que tengo grabada. FIN Esteban Casañas Lostal Montreal..Canadá 2004-08-13
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