YA NO HUNDIRÁN LA ISLABy Estéban Casañas Lostál Estando en Cuba enrolado como Primer Oficial de la Motonave " Aracelio Iglesias " y atracados en el muelle que hoy lleva su nombres en operaciones de descarga, nos tomó aproximadamente tres meses descargar unas 12000 Tm, oyendo con el descaro que anunciaban por la radio los éxitos de aquella llamada cadena Puerto-Transporte-Economía Interna. Fue por allá por el año 1984 creo, la verdad es que no estoy muy seguro, soy malo para las fechas. De lo que si no me equivoco es de que en esos momentos se estaban realizando maniobras militares en toda la isla. Para los cubanos esto era algo normal, en definitiva, la vida allí era una constante maniobra para evadir una guerra que nunca llegó, desayunábamos, almorzábamos y comíamos con el imperialismo, también dormíamos con él. ( Maniobras Fortaleza 84 ) El caso es que se presenta en el barco un inspector del Departamento de Seguridad para la Navegación de la Empresa de Navegación Mambisa, nuestra empresa armadora. Este Capitán al que yo conocía desde hacia años era de apellido Urquiola, siempre llegaba disgustado y hablando mal del gobierno, ya que en esa época estaba sancionado y no le permitían navegar. Por suerte nunca se me fue la lengua, ni me dio por hablar mal del gobierno porque al final del cuento, Urquiola resultó ser uno de los dobles agentes que fueron quemados cuando la deserción de Aspillaga, el otro segurozo de nuestra Empresa era el Capitán José Meléndez (alias el gallego Meléndez), otro de los grandes HP con el cual tuve la oportunidad de navegar en la motonave “Habana”, gallego, militante y abakuá. Resulta interesante que no haya renunciado a su ciudadanía española, milite en el Partido y la secta abakuá no lo considere “chiva” con toda la gente que ha echado palante. Urquiola participó en la fiesta de mi boda acompañando al Sobrecargo Lesmes y vecino mío, ambos eran agentes de la CIA y del G2. Bueno, el caso era que como toda Cuba estaba en maniobra contra el enemigo de toda su vida, el necesario e imprescindible yanqui, se me exigió que realizara los cálculos para hundir al barco en tres condiciones, en lastre ( vacío ), a media carga y a toda carga. Estos cálculos compartidos con la faena diaria en el buque me tomaron varios días, porque además, tenía que luchar contra lo que había calculado la persona o el equipo que lo había diseñado en su construcción, hasta que al final logre algo convincente y se lo entregué a Urquiola. El tipo no me dijo nada porque en esa sociedad los méritos no son de la persona, estos pertenecen al Estado o a la Sociedad, pero por el Capitán me enteré de que habían cumplido los requisitos que ellos exigían, recuerdo que al final del informe yo había agregado, que la única manera de garantizar la pérdida total del buque era por medio del incendio, ya que el gobierno americano, disponía de suficientes medios para hacerlo reflotar nuevamente. Claro, esto era pensando en la intención del gobierno cubano de hundirlo en aguas pocos profundas y sobretodo a la entrada de los puertos, de la misma forma que nos solicitaron esos cálculos, estoy seguro que lo realizaron por todas las empresas a nivel nacional y que estos se conservan en el Estado Mayor del MINFAR, para ser utilizados en caso de una emergencia. Entiéndase emergencia en el idioma del Gobierno, cualquier intervención militar extranjera, no tiene que ser para ello una americana. Piensen por unos minutos de que en Cuba suceda algo similar a lo ocurrido en Rumania, que se forme una guerra civil y que se decida intervenir con tropas de la ONU. Señores, en Cuba no va a quedar ni pitos ni flautas porque al tipo no le da la gana, ellos dijeron que hundirían la isla y si ésta no se toma a tiempo es muy seguro de que cumplan su promesa, porque está más que demostrado su desprecio por la vida humana. Todos aquellos que de una forma u otra se empeñan en defender al tipo, creyendo que a cambio obtendrán algo de limosna, deberían mirar un poco mas allá de sus narices y darse cuenta de que en este juego, no pasan a ser mas que unos simples peones, que no disfrutaran ni de los pitos, ni de las flautas. Este artículo cargado de faltas fue uno de los primeros que puse en Internet, hoy, más de tres años después, puede comprobarse que no tiene aplicación a la situación actual. Cuba no podrá hundirse porque primero hay que reflotarla para hacerlo, hace muchos años que ellos la hundieron en la miseria. Ya no hundirán la isla porque lo que queda de ella ha sido vendida a extranjeros, no lo harán porque la revolución tiene más colores que un camaleón. No podrán hacerlo porque dentro de toda esa gama de colores a los comunistas les gusta el verde, no hablemos del verde olivo de aquellos uniformes con los cuales nos traicionaron. Les gusta el verde del dólar y hoy por hoy, no escatiman esfuerzos para ese abrazo con aquel enemigo de todos los tiempos, prostituido coqueteo que vienen desarrollando en estos momentos. No hundirán la isla porque hace mucho tiempo que naufragó, me imagino estar hoy en el mismo muelle a bordo de cualquier barco, pero haciendo unos cálculos diferentes, por ejemplo, esperaría que me mandaran a calcular, cómo poner a todo un pueblo en cuatro para esperar a los extranjeros. FIN Esteban Casañas Lostal Montreal. Canadá 2002-01-20
|