UNA SALIDA HONORABLE

Por Esteban Casañas Lostal


Cada vez que oigo la palabra honor en boca de asesinos siento náuseas, no sé si a ustedes les sucederá lo mismo. Hace solo unas semanas y mientras veía las noticias sobre las negociaciones de rendición en Kandahar, escuchaba la solicitud realizada por los dirigentes Talibanes sobre una salida honorable a su inminente rendición. Honorabilidad pedían aquellos que durante años, sometieron a sus propios hermanos a uno de los regímenes más sangrientos conocido por la historia de la humanidad, no hablemos solamente de la ira y el odio que produce recordar los crímenes del pasado 11 de Septiembre. ¿Puede ser usada esa palabra por asesinos? Parece que si, todo indica que existe un honor para los criminales y urgirá entonces hacer una nueva valoración sobre el significado de muchas palabras en nuestro idioma. Digo esto por la necesidad que habrá en distinguir un honor de otro.

Como ya comienza a ponerse de moda ese doble uso de las palabras de nuestro diccionario, debe ser ésta una tarea urgente a cumplir por la Real Academia de la Lengua Española. Hace solo otros días vuelvo a escuchar la misma solicitud, ahora no llegaba de ese lejano Afganistán, tenía un sabor más tropical. El gobierno cubano le proponía a los EU el pago de unas seis mil propiedades confiscadas sin indemnización, a cambio de una salida también honorable y la suspensión del “embargo”. Bueno, aquí hay bastante tela para cortar. ¿Es ésta una acción donde se reconoce la culpabilidad cubana, sobre el origen de esas fricciones muy bien explotada por el régimen? ¿No es una declaración aceptando su responsabilidad sobre el robo de aquellas propiedades? ¿No es una señal de rendición? ¿No será otras de las comedias tendidas para ganar tiempo y atraer a la opinión pública ya muy saturada sobre el tema cubano? Existen millones de preguntas y trillones de respuestas.

Ya ese paso había sido dado con los españoles, solo falta saber si han pagado algo. Curiosa esa revolución realizada en beneficio de los pobres (a los que convirtió aún más pobres) Está dispuesta a indemnizar a los poderosos, pero nunca se habla de las cosas que robaron a los que eran menos pobres, me refiero a los que vivían de su trabajo (futuros oligarcas en Venezuela), al dueño de la carbonería, el puesto de fritas, la panadería, la bodeguita, el bar, la casa, etc. A esos seres que luego redujeron al mismo nivel de miseria de sus coterráneos, a ellos no están dispuestos a indemnizar. ¡Que viva todo lo que se haga con el fin de atraer las simpatías de aquellos que tienen dinero! En definitiva la revolución ha logrado algo, eliminó las diferencias de clases y los llevó a todos al nivel de miserables.

Cuando oigo a estos individuos hablando de honorabilidad, me llegan involuntariamente las voces de los pilotos que derribaron aquellas avionetas indefensas de los Hermanos al Rescate, oigo las súplicas de aquellas madres alzando a sus niños en el remolcador “13 de Marzo”, veo las lágrimas de cientos de madres por sus hijos desaparecidos en el cementerio más grande del mundo. Pienso en aquellas chicas vendiendo sus cuerpos a oportunistas turistas, muchas cosas me vienen a la mente y reviven un odio que trato por años de borrar de mi mente.

¡Si señores! Existe una salida honorable para ustedes que poseen el honor de los criminales, es muy sencilla. Salgan de sus asépticas mansiones y lujosos barrios por un día. Deben hacerlo después de desayunarse un vaso de agua con azúcar de la misma manera que hace una gran parte de ese pueblo. Les daré un breve recorrido por lo que un día fue una de las ciudades más hermosas de este continente. No se ofendan si los monto en uno de esos camellos (no deben hacerlo porque se sentirán orgullosos de disfrutar por un solo día de uno de los logros alcanzados en 43 años). Buscaré al chofer más hijoputa que exista de esos artefactos, tiene que ser militante como todos ustedes. Entonces le diré que los conduzca como animales (no deben asombrarse por ello, es lo normal), le pediré que no se pierda ni un solo bache que encuentre en su camino (esto se lo ordenaré para que tomen conciencia de que existen otras calles que no se llaman 5ta.Avenida)

Cuando la temperatura sea bien elevada a la una de la tarde y sientan el estómago pegado al espinazo, comenzaremos el recorrido en la avenida 51 de Marianao. Les sugiero que por aquellas estrechas ventanillas disfruten de todo el panorama que probablemente olvidaron, vean por favor la tristeza de todo ese panorama, la suciedad, casas apuntaladas, latones desbordados de basuras por todos lados, colas de hambrientos en las panaderías para comprar un solo pancito de muy mala calidad. No cierren los ojos señores, yo sé que el paisaje se les convertirá monótono y comprobarán de que no hay nada por la que se puedan sentir orgullosos, deberían sentir vergüenza y no reclamar honor por esta obra, sin embargo, creo que se les puede complacer.

Por la calzada del Cerro se encontrarán un hospital llamado “La Covadonga”, ¿desean bajar por favor, solo para que vean lo que es una potencia médica? Muchas gracias por esas expresiones de asombro, este es uno de los hospitales en los que se atiende el pueblo. Le diré al chofer que se detenga unos segundos solamente en la esquina de Tejas. Señores esta esquina era una de las que más vida tenía en nuestra ciudad, observen toda la destrucción que hoy impera, si doblamos a la derecha nos encontraremos con la clínica de Dependientes, entraremos allí también con el mismo propósito que lo hicimos en La Covadonga. Muchas gracias, es una pena que ustedes no conocieran de la existencia de estos hospitales.

Continuaremos por 10 De Octubre para que traten de distinguir alguna diferencia con las avenidas recorridas, aprovecho la oportunidad para decirles que la esquina de Toyo era otra de las más activas de nuestra ciudad, existieron restaurantes, tiendas, bares, cines y cada día el movimiento de sus habitantes les daba la vida que hoy no poseen. No olviden contar las casas apuntaladas, faltas de pintura, tanques de basuras desbordados, cloacas por donde brota incesantemente la mierda, anoten todo esto y por favor, esos apuntes se los brindan luego al historiador de la ciudad para que muestre esto también a los turistas ciegos que nos visitan. El paradero de la Víbora era otro de esos encantadores lugares de nuestra ciudad, con tanta vida como la gozada por Toyo y la esquina de Tejas. Aunque ustedes no lo crean señores, más allá existen otros barrios que antiguamente eran de pobres, de gente que confiaron en ustedes, pero no cierren los ojos porque aquellos barrios hoy son tres veces más pobres. Pueden escoger el recorrido, comenzamos por Los Pinos, Vieja Linda, Arroyo Naranjo, Arroyo Apolo, Párraga, Mantilla, La Güinera, El Moro, Lawton, La Fraternidad, etc. Nuestro recorrido será breve porque nos quedan otros sitios de la ciudad, es una pena que no sea necesario mostrarles el país para que vean la magnitud de tanta destrucción.

Iremos por toda la avenida de Porvenir hasta la calzada de Luyanó, disculpen que no doble a la derecha y se pierdan de visitar otros maravillosos barrios como Juanelo, La Bien Aparecida, Jacomino, la Corea, la Cuevita, San Miguel del Padrón, el Cotorro, el Barrio Obrero, Guanabacoa, La Jata, Regla, etc. El problema es que no contamos con mucho tiempo y urge darles a ustedes una “salida honorable”. En la misma calzada de Luyanó nos desviaremos una cuadra para que visiten al hospital Hijas de Galicia, luego bajaremos por la calle Reforma hasta Concha y allí visitarán otro hospital llamado La Benéfica, la gente le llamaba el matadero, pero no se asombren porque no estamos en otro planeta, ellos pertenecen también a la potencia médica. Bueno, continuaremos hasta el mercado de Cuatro Caminos. Señores en esa enorme construcción se almacenó durante decenas de años mucha comida, la suficiente para satisfacer el hambre de muchos ciudadanos y a precios tolerables, vean su estado actual. Unos metros adelante, ustedes instalaron una tienda donde le robaron todo el oro y obras de arte a nuestro pueblo. Digo que robaron porque aquellos artículos de un valor desconocido y pertenecientes a nuestro patrimonio, fueron cambiados por ventiladores, grabadoras y todas las chucherías inimaginables de marcas desconocidas con las cuales estafaron a un pueblo. ¿Saben por casualidad el destino de ese tesoro? No hace falta que respondan, en fin, nos encontramos en Cuatro Caminos otro de los focos de más actividad en La Habana, no hace que se la describa actualmente pero sepan que las calles Monte y Belascoaín eran encantadoras, el panorama es desolador ¿verdad?. Recorreremos brevemente parte de Belascoaín, llegaremos hasta el Malecón para que lo vean adornado de muchachitas jineteras detrás de los turistas, regresaremos a La Habana Vieja que no muestra el historiador de la ciudad, verán que no existe diferencia alguna con todos los lugares recorridos hasta ahora. Es una pena no haberlos llevado por las calles Infanta, San Lázaro, Reina y muchas otras que mostraban todo el esplendor de esta capital.

Bueno, creo que ya se sienten fatigados por el hambre que han padecido en este trayecto, deben tener sed porque en casi ningún lugar de la ciudad hay agua para calmarla, algunos se deben haber orinado y no dudo que los más ancianos puedan haberse cagado, lamento mucho la carencia de servicios sanitarios, ellos nunca se contemplaron en todos aquellos famosos planes anuales, quinquenales, etc. Le diré al chofer que nos conduzca hasta el lado norte del Morro habanero, una vez allí nos bajaremos porque es el final de mi recorrido, tendrán la salida honorable que desean y luego regresarán a sus casas en unas bicicletas chinas dispuestas para ello.

Bajen todos y no teman, yo sé que estarán asustadísimos, eso le pasa a todos los cobardes cuando son sacados de su medio. El impacto recibido al viajar por estas zonas de nuestra capital desconocidas para todos ustedes, puede haberles producido su trauma. Créanme que era necesario, esto también es La Habana y pertenece a esa Cuba.

Muy bien señores, miren ahora ese mar. Esta extensa alfombra azul que se pierde ante sus vistas, para muchos cubanos se ha tornado roja y sus aguas se han alimentado de nuestras lágrimas. Sirve de cementerio a gente nacida en esta tierra, seres de todas las edades, unas veces devorados por tiburones, otras veces asesinados por lanchas bajo las órdenes de ustedes, unas veces por los aviones de su fuerza aérea, algunos por inanición, ahogados, deshidratados, pero muertos nuestros al fin y al cabo. Personas que un día depositaron su confianza en ustedes, hombres que trabajaron honradamente pensando que construían un futuro y vieron como al paso de los años se esfumaron sus esperanzas. Un día, cuando toda esta pesadilla abandone nuestras costas y la resaca nos devuelva la verdad, estos crímenes pesarán sobre sus espaldas y si algo queda de eso que una vez llamamos conciencia en ustedes, los perseguirá por siglos.

A nuestras espaldas vive como prueba del crimen que ustedes han cometido en nuestra patria, la desolación, el hambre, la destrucción de lo que con tanto amor construyeran nuestros antepasados y la ruina de nuestro patrimonio. Familias que fueron divididas por la terquedad y el ego de todos ustedes, un sentimiento de culpabilidad que vivirá con cada habitante por mucho tiempo, ¿no creen que todo esto pueda considerarse un crimen? ¿Aún así en una salida honorable para ustedes? Muy bien señores, no podemos negársela, ya pueden suicidarse.


FIN


Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá
2001-12-27


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