La santimonia miamense y el exilio cubano

por Carlos Wotzkow


¿Quién no ha escuchado a algún mesero cubano, empleado de un timbiriche de mala muerte en Miami presentarse como empresario a sus amigos cuando visita Cuba? ¿Quién conoce a algún cubano que no se las sepa todas, o que no sepa bailar, o que siendo negro, que no haya ligado a un montón de rubias? ¿Eh Enrique Patterson? ¿Quién no conoce a un cubano que, mezclado en la política de última hora, no diga que se ha opuesto al tirano? ¿Cuál de ellos no ha estado en Villa Marista, y si por casualidad es maricón (aunque tenga 18 años en la actualidad), cuál no sufrido en la UMAP? Hace poco un mexicano escribía una sarta de sandeces inmerecidas sobre los cubanos y la congestión de correos electrónicos me resultó un equivalente a la diarrea que produce beber agua ultra purificada.

Somos capaces de creerle a todos cuántas mentiras se les antoje. ¡Huelgas de hambre de 4 meses! Coño, si Fidel se entera de nuestra capacidad de resistencia, entonces sí que moriremos de hambre. Uno de los ejemplos más notables de esa doble credulidad cubana queda al descubierto, precisamente, en los discursos de uno de "nuestros disidentes" más mimados. Y sí, hablo otra vez de Oswaldo Payá, quién en menos de un mes ha sido capaz de decirle al exilio (como si él tuviera poderes) que "todos los cubanos en el exilio recobrarán sus derechos como ciudadanos cubanos" al tiempo que dejaba sin ellos a todos los que hubieran servido en las fuerzas armadas de los Estados Unidos. Todos recuperarán sus derechos -ha dicho-, pero no sus propiedades y "todos", no significa todos. A ver si los equivocados no confunden sus egoísmos imperialistas con las necesidades de vivienda del pueblo trabajador.

Que el Nuevo Herald de Miami publique tamañas contradicciones a dos días de diferencia no me sorprende. ¿Cómo podría sorprenderme lo que publique un periódico que le concede espacio a un chanchito como Alejandro Armengol, o que propone como Presidente de Cuba a un enajenado del tequila como Rafael Rojas, o que considera un "disidente" de Castro a Raúl Rivero? Lo verdaderamente sorprendente es que haya ex-altos oficiales del ejército norteamericano de origen cubano, o miembros destacados de la Brigada 2506, o patriotas realmente comprometidos con la libertad de Cuba, que se pasen por alto estos dislates en dos textos salidos de la misma pluma y en un período de tiempo tan corto. Lo sorprendente, es que nos inciten a tolerar a estos oportunistas en nombre de la "unidad".

Demasiado se otorga en Miami el beneficio de la duda a todos los altos servidores del régimen que acaban de llegar. Que el Nuevo Herald, Radio y TV Martí se alimente de sus historias "disidentes" no es sorprendente. Lo escandalosamente sorprendente es el morbo que muestran algunos "dirigentes" del exilio histórico cubano por hacerse una foto con los antiguos sicarios de sus propias familias. Ah, y lo condescendientes que se muestran con los que no se deciden a hablar. Incluso, los llamados "cotorras" se cuidan mucho de no sacar a colación los nombres de todos los generales cubanos que andan de incógnito por el territorio de la Florida. Más te vale, les dirá a cada rato Fidel. Hasta los congresistas republicanos más anticastristas de la península han ido a esa pasarela en busca de un mayor descrédito.

TV Martí, dicen, es uno de los instrumentos del Presidente Bush para contribuir a la democratización de Cuba. Pero TV Martí, aparte de ser una estación televisiva invisible, es una agencia diseñada por los demócratas para despilfarrar el dinero del contribuyente norteamericano. Más que como agencias de noticias, las Martí funcionan como agencias caritativas de integración en el mercado de trabajo para "desertores" como Norberto Fuentes, Alcibíades Hidalgo, Delfín Fernández y otros tantos arrepentidos de sus líderes ideológicos, más no de su ideología. Hasta aquí todo es creíble, aunque resulta alucinante la alegría con la que se pasean por Miami esos verdugos del pueblo cubano, así como la falta de vergüenza que demuestran sus propias víctimas cada vez que se levantan de su mesa en el Varsailles para, sumisamente, ir y darles la mano.

No queda duda de que el futuro del pueblo cubano será tenerles como líderes en la próxima república bananera que va a instaurarse próximamente en Cuba. La corrupción y el nepotismo en la clase dirigente del exilio cubano es tan grave, que estos asquerosos bienvenidos son, sin dudas, los más dignos de ser escuchados. Crítica tras crítica contra el régimen de Castro (y contra el exilio histórico), van estos ex-no-sé-qué en desfile por el programa "A mano limpia" de Oscar Haza. "Bravo, -dicen los famosos dirigentes del exilio- sus declaraciones contribuyen a ensuciar la imagen de Castro". Pero hay que ver como se les alarga el rostro cada vez que uno de ellos los trata de igual a igual. Ah, cuando estos intocables del exilio se sienten señalados, entonces comienzan los ritos "anti-comunistas" propiciatorios. ¡Dan pena!

La sonrisita de Fernández cada vez que el periodista Haza se interesa por la gorrita blindada de Raúl no es más que un pequeño ejemplo del patetismo que alberga nuestro comportamiento de chanchullo solariego. Debemos ser solidarios con los disidentes que sufren en Cuba, dicen los cubano-americanos sin derechos (al decir de Payá) de la Brigada 2506. Debemos ser generosos con estos "hermanos" que han desertado arriesgando su vida. Y para patetismo supremo, ahí tenemos a esos ex-no-sé-qué declarándose (ante la mirada de miles de crédulos televidentes) "amenazados". O peor, a un compungido panelista preguntándole al "amenazado" si el FBI está informado de las susodichas amenazas. Claro que está informado Sr. Haza, ¿ó es que todavía duda usted de la efectividad del FBI para proteger a todos los esbirros de Castro en el territorio norteamericano?

Los que no están protegidos son los verdaderos anticastristas. Los que deben de temerle al FBI son aquellos que arriesgaron su vida miles de veces y que hoy son ancianos y están enfermos. Luís Posada Carriles, o Santiago Álvarez u otros que sirvieron honorablemente al ejército estadounidense son los presos hoy y en Miami nadie hace nada por ellos. Los héroes del Miami de hoy son los que aceptan dialogar con él dictador, los que quieren perdonarle sus faltas, los que fueron bien tratados por él en la cárcel y hoy reciben premios universitarios. ¿Cuánto cree usted que cobrará un disidente en Cuba por suscribir el perdón para todos los criminales castristas? ¿No se dan cuenta que las asignaciones del dinero republicano van sólo a aquellas organizaciones del exilio que promocionan el diálogo con la dictadura, la admiración a los mal llamados opositores, y la condena a los "extremistas" de ayer (y de hoy)?

¿Cree usted que una Ley de Ajuste Cubano bien aplicada es una de las agendas reales de nuestros Congresistas floridanos? Mire amigo, el que quiera ley de ajuste aplicada con seriedad, mejor se compra un Rolex y 11 pares de Ray-Ban antes de montarse en una balsa. ¡Aquello de Miami sí que se ha vuelto socialismo! ¿Qué digo? ¡Progresismo del bacán! y lo demás, apariencias de Ministro en comisaría, ¿o debí decir en puestos de guardafronteras? ¿Y Norbertico? sonriente. ¿Y Delfincito? también sonriente. ¿Y el balserito Alcibíades? siempre sonriente, aunque de dientes pa’ dentro por que los tiene picado y además le huelen mal. ¿Y Rafa el historiador? pues claro que con aliento etílico, pero sonriente. ¿Y Alejandrito, el chanchito del Dade? Más que sonriente, cagado de la risa. ¿Idiotas para presidente? Por supuesto, les vota nuestro pueblo combatiente.

Sin dudas la ley de ajuste cubano es inmoral, porque por llegar con los pies mojados devuelve a los balseros sin nombre del barrio de Jesús María, a los desesperados de Pogoloti, a los miserables de Camajuaní, a los desgraciados de Sibanicú, y a las pobres y maltratadas putas de la isla entera. A ellos, la Ley de Ajuste los manda tomar injustamente por… donde corresponda. Soy de la opinión de que los Estados Unidos debería modificar esa ley y denegar el acceso a cada desertor que se asemeje a los aquí mencionados con nombres y apellidos. Así llegue con los pies secos o con los pies mojados. Cuando una ley varía su dictamen comunal por conveniencias políticas en favor de ciertos intereses individuales, el valor moral de dicha ley se esfuma por completo.

A estos ex-no-sé-qué del régimen, el exilio les ha otorgado un valor de cambio en función del estatus que tenían en la dictadura. Esta gente aparece en la TV de Miami todos los días porque el pueblo cubano juzga atractivos a todos aquellos que han ostentado poder. Uno de ellos gordito dice que sueña con montar una agencia de seguridad. O sea, quiere volver a tener pistolas. Y lo peligroso no es que las tenga, pues una pistola no hace hombre a ningún pendejo, lo peligroso es que son muchos los que además les consideran valerosos, porque nuestra vocación de meter la nariz en la portañuela de cuanto machito ajeno aparezca, nos ha llevado a confundir los atributos del patriotismo con aquellos cercanos a la inmoralidad más desvergonzada que exporta con ellos el régimen castrista.


Carlos Wotzkow
Bienne, Julio 10, 2006



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