¿COMO SE RESPONDE A UN COBARDE?

Por Carlos Wotzkow

No hace mucho, la España acomplejada dio a luz el antiamericanismo - hablo en tiempos evolutivos, claro está - una forma de autoconvencimiento optimista que pretendía remplazar una vaga, pero nacionalizada tendencia al pesimismo. Perder colonias en todos los confines del mundo (colonias sólo posibles cuando los arcabuces se enfrentaban a las flechas) vino a dar al traste con toda una hidalguía de novelas de caballeros, poemas cidianos (del Cid) y quijotes aliterales (nada literarios). Entonces, los españoles (nacionalizados o nativos), se dieron cuenta de lo vacío que andaban sus escrotos, pero olvidaron chequear su bóveda craneana. De ahí el personaje Gladius.

Durante décadas la gallardía ibérica brilló (es un decir) y palideció (en sus quehaceres) en asimétricos intervalos. Brilló un poco en aquellos deseos que se oponían a la injusticia, el totalitarismo y el terrorismo. Palideció en aquellos cientos de miles de actos políticos en los que la injusticia, el totalitarismo y el terrorismo fueron apoyados según estuvieran los intereses de España plenamente involucrados. En un ejemplo reciente, diría que brilló durante el gobierno del Partido Popular, que fue cuando más ciudadanos españoles lograron un trabajo digno y España jugó un rol en la política internacional. Pero palideció después de los atentados de Marzo, cuando los histéricos políticos de la izquierda comenzaron a venerar a los dos monstruos que habían sobrevivido el siglo XX: el comunismo y el islamismo.

Entonces, llega el tal Gladius, o mejor dicho, un cobarde compatriota a La Nueva Cuba, y comienza a utilizar sus páginas para sembrar la duda y escribir sobre los fallos del presidente norteamericano George W. Bush. ¿Quién no lo sabe? Es generalmente mucho más fácil escribir sobre los fallos ajenos que sobre los propios, ¿o es que acaso no ha oído hablar de un señor llamado Zapatero? Entonces, se camufla en la doble nacionalidad: la cubana y la barcelonesa (¿de izquierda republicana?) y no sólo omite la política acertada de los Estados Unidos, sino los cientos de detalles fallidos de una política española desastrosa contra el país que le vio nacer. La insinuación fue suya.

Quizás en vez de Guillermo se llame Guillermina, o tal vez Claudia en vez de Gladius. Tal vez sea una mujer en vez de un hombre, o tal vez un maricón, ya que tanto le gusta esa palabra. ¿Qué más da? Lo evidente es que viene de Campechuela (donde el que no corre, vuela). Que hace poco se empató con una enciclopedia barata y ya se cree el ser mas "curto" de toda Cataluña. Que ejerce la abogacía (para atemorizar con querellitas a los que no piensen como él) y que no debe tener hermana, ni madre viva, ni mucho menos hijas. De lo contrario, al pedir la derrota de los Estados Unidos en su lucha contra el terrorismo islámico, está pidiendo a gritos la humillación, la esclavitud y hasta la lapidación de los miembros femeninos de su digna familia.

Sin embargo, creo que antes de hablar de los posibles errores o fallos en la política norteamericana uno que vive en Barcelona debe ponerse a pensar en la política doméstica (en un Carod Rovira, por ejemplo, que negocia con los terroristas de ETA). Creo también que el hecho de que Bush y Rumsfeld sean las cabezas visibles de algunos fallos militares en la política aplicada a Irak (por poner el ejemplo más a mano) no los hace necesariamente errados en el ámbito nacional. Tampoco creo que deban ignorarse los errores y las tibiezas políticas y militares. Sobretodo, cuando ellos conllevan a un detrimento en la seguridad de nuestra cultura occidental. Quizás por eso crea menos en aquellos que se alegran de los errores que nos debilitan ante el extremismo. No es otra cosa que autodevaluar la propia solvencia moral con que contamos, si es que contamos con alguna.

¿Será que el antiamericanismo español del cual Gladius se ha hecho un ferviente vocero es un índice de lo devaluada que anda la moneda moral de España? No afirmo nada, es sólo una idea.

Los errores de cálculo en Irak me llevan a la conclusión de que se ha intentado introducir ideas democráticas demasiado temprano en la mente de gente cuya cultura no es capaz de absorberla. A los cubanos y a los rusos les pasó lo mismo en Angola: no pudieron convencer a los angoleños de construir el comunismo sobre los cimientos de un feudalismo animista y arcaico. Pero no todo han sido errores. La guerra que inició Bin Laden sin previo aviso no se libra actualmente en Nueva York, sino en Irak, en Casa Blanca, en Madrid y en Legonés. La primera torre gemela les costó a los islamistas Afganistán, mientras que la segunda, dio cuentas del imperio del abuso en el que reinaba Sadam Hussein. Yo no sé cuán inteligente es la enciclopedia que posees, pero dudo que Irán o Siria permitan que sus analfabetos revoltosos tumbar otro edificio en Hialleah.

¿Se imaginan a los árabes cambiando el férreo control que ejercen sobre sus países a cambio de estrellarse contra un Toys'r'us?

En lo económico, este hidalgo que se nutre de El País se ha dado cuenta que la guerra en Irak consume mucho dinero (quizás él sea, como la RTVE, de los que se alegra del precio del dólar respecto al euro), pero es interesante que no note que los inversores en los Estados Unidos no están contrariados. Todavía no he escuchado a Wall Street hablar en términos de fracaso. Por el contrario, estamos ante una industria multimillonaria que va a generar más dólares de los imaginados y que los va a distribuir por miles de empresas y compañías del sector tecnológico y militar en todo aquel país. Tal parece que este recién nacido catalán cree que el problema de los norteamericanos está en que la propiedad del petróleo no cae en sus manos, de la misma manera que hacen los empresarios españoles en Cuba.

Reverendo idiota (y perdóname este otro pseudónimo pero te va mejor), para ellos, el balance económico es positivo porque el beneficio no necesariamente va en una sola dirección.

"El presidente Bush ha querido engañarnos". "El presidente Bush lanza un órdago y pierde la partida". "Bush ha pretendido vendernos la moto de Maroto". "Bush ha atacado a Irak". "Bush ha destapado la caja de Pandora". "Bush, Blair y Aznar han organizado la última cruzada" ¿La última? ¡Qué pena! Lo que más me llama la atención de este individuo es, como dirían un par de coterráneos, su curtura política y enciclopédica. Uhh, uhh, que viene el lobo, por favor cojan miedo como nosotros, los españoles, y corran a casa a convertirse al Islam. Así además, podremos dar palos a nuestras mujeres, ¡y de forma legal, pues mejor. Bueno, la verdad es que no lo dijo con esas palabras, pero lo repitió más de 10 veces con otras.

Por favor, querido cobarde de pseudónimo amellado, no soy capaz de entender que es lo que quieres para los Estados Unidos, a no ser que quieras estimular tu propia horca. ¿Eres capaz de imaginar todavía a una Europa libre y democrática con los Estados Unidos arruinados? ¿Sabes, estoy de acuerdo con aquel otro compatriota que hace unos días decía que eras un cretino profesional. Y no es que envidies disponer de las balas del Pentágono, o poseer el coraje de sus marines, sino que adorarías una derrota militar de los norteamericanos en Irak aunque en ello te fuera tu propia libertad. ¡Es tan palpable tu demencia! ¡Está tan claro que te molestan, que con tal de verles derrotados aceptarías el barbarismo islámico en tu propia casa!

¿Me permites al menos mantener la esperanza de que tus deseos suicidas no implican tu acuerdo tácito en la manera con que los islamistas tratan las diferencias de opinión?

Si al menos pudiéramos estar de acuerdo en el valor de una discusión inteligente, entonces sería conveniente que tomaras el camino constructivo que te permita defender tus histriónicas ideas. Como tu mismo has dejado ver en tu órdago verbal, deseas una derrota para los Estados Unidos peor a la de Vietnam, sólo que no comprendo cómo es que esa enciclopedia no te ha dicho que para que los EEUU lleguen el mismo número de bajas que tuvieron en Vietnam deberán pasar a este ritmo más o menos 20 años. Un discurso semejante al tuyo permitió que Castro perpetrara en territorio americano el asesinato de Kennedy. ¿No te parece apropiado acordar una cita con tu psicólogo de cabecera?

Y ¿dónde estarás tu antes de poder ver tu anhelo hecho realidad y ya entrada la época en que las fotos de Bin Laden decorarán la rambla de Barcelona?

No puedo dirigirme a ti como es debido porque has tenido al menos la cordura de no dar tu verdadero nombre. Pero te entiendo, no debes estar tan chiflado cuando tanta pena sientes. Ahora bien, los sueños, querido Guille, son reflejos desorganizados de la memoria emocional y por ende no son recuerdos concientes, pues no se forman en el hipotálamo. Por otra parte, los anhelos, tampoco tienen nada que ver con la realidad. ¡Que no me burlo hombre! Sé que el miedo es una fobia, pero la libertad de expresión debe tener también una libertad de audiencia y al parecer no te has dado cuenta que no hay un alma que te tome en serio.

De seguro que La Nueva Cuba va a seguir publicándote (yo seré el primero en suplicárselo), pero tomando en cuenta lo sofisticado en que los medios de prensa funcionan y compiten, asumo que todavía no estén como darte una primera plana. ¿O es que ya tienes una historia?


Carlos Wotzkow
Bienne, Diciembre 17, 2004


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