Polífemo y la hipermetropía del cubano

Por Carlos Wotzkow

“Algunas veces el refranero español parece dar un mentís a la teoría de la generosidad innata del español. Hay, especialmente, un proverbio siniestro: “Quien da pan a perro ajeno, pierde pan y pierde perro”. Yo quisiera saber la intención oculta del miserable que lo inventó. ¿Qué quería? ¿Quedarse con el pan y con el perro del otro?”

Fernando Díaz-Plaja*

“A Argos le dieron cien ojos, y confiesan que fue engañado y muerto.”

Francisco de Quevedo**


Dedicado a Alberto S. Bustamante***

¿Quién no recuerda el Péndulo de Foucault y a Umberto Eco (catedrático en Bolonia, la ciudad más comunista de Italia), o los tratados sobre la agricultura del Sahara y la equinofilia esquimal? Parecería absurdo creer en la existencia de semejantes tratados, pero no en una manera similar a la hora de hacer análisis. Por tanto, yo puedo ser para muchos un extremista por mi forma de sentir las cosas, o un homosexual por no estar de acuerdo en todo con el Papa, o un fascista por llevar en mi sangre un poco de sangre alemana. ¿Ridículo? Para nada, esa es una forma típica de análisis de muchos exiliados.

“Querido Carlos... los españoles ya no son lo sanguinarios que eran antes...” // ...“algún trauma debe tener este señor con España...” // “Aznar es mucho mejor que Zapatero...” // ...“alguna española debe haberle dado calabaza...” // “los americanos no son mejores...” // “hay muchos cubanos premiados por España...” // “el rey es un hombre muy apuesto y jugó un papel importante en la transición a la democracia...”

Los comentarios que anteceden son todos respetables. Todos han sido escritos y dirigidos a mí de manera directa o no, y por cubanos que actualmente viven en España (1). En cambio, los que siguen (tan respetables como los primeros), han sido escritos o emitidos por españoles, ya sea vía Internet, por teléfono, o en conversación personal en alguna de mis frecuentes vacaciones en ese país desértico (en el cuál mi familia tiene propiedades) al sur de la vieja Europa.

“Oye cubanito, no te pongas tan mosqueado que no tenemos arreglo...” // “...en este país las ONG que se ocupan de los refugiados están controladas por directivas de izquierda...” // “Aznar no es la excepción y le da la espalda a Cuba y a los cubanos con el mismo placer que se la han dado todos...” // “Querido Carlos... aún recuerdo tu mirada y la sensación que me comía cuando me acercaba a tí...” // “El príncipe no es más que otro jilipollas.” // “el Rey perdió la vergüenza al pisar una Habana gobernada por Castro.”

¿A quién creo? Tengo personas muy queridas en los dos grupos. Algunas de ellas me han visto abandonar su corazón sin que por ello hubiera ruptura en la amistad. La mujer española de hoy está entre las más bellas y libres del planeta. Lástima que se las asesine tan impunemente. Mis amores por España no son inciertos: siempre adoraré la sencillez de mi familia asturiana, adoro y siempre hablo con mis amigos de la hospitalidad que varias veces he recibido en Cataluña. Los diarios “La Razón” y “Libertad Digital” están entre mis favoritos. Hay un largo etcétera. Pero donde empieza Cuba, acaban mis contemplaciones.

La mayoría de mis compatriotas, mucho más capacitados que yo, también adoran a España y justamente por eso he preferido escribir sobre lo que muchos de ellos callan. Por tanto, no hay traumas, sino el intento de contrapesar las canalladas. No es un secreto (de cara a mis pocos enemigos), yo también puedo ser un terrible canalla. Pero me gustaría que antes de juzgar mis ataques políticos contra el país que más debiera estar a nuestro lado, todos se miraran al espejo. Nadie es perfecto, mis 5 hijas tienen 3 madres diferentes y lo que para algunos es un reflejo de desparpajo sentimental, para otros es señal de una vida intensa. Crean lo que gusten.

¿Saben ustedes lo que significa en biología ser un individuo “alfa”? La presentación ha concluido.

Radio Televisión Española Internacional es una agencia noticiosa vinculada y muy dependiente de la extrema izquierda española. Angola, por ejemplo, sufre hoy la lastimosa suerte de albergar a un enviado especial llamado Agustín Remesal. Según él, la avaricia estadounidense por el petróleo es allí descomunal y aunque las empresas petroleras francesas y portuguesas no ayudan en nada al pueblo de Cabinda, la culpa la tiene el imperio norteamericano (2). Obvio, pero si viene de RTVE no necesita explicación. RTVE fabrica las noticias a la medida.

Entonces el lector dirá: “...ya vuelve con la letanía”. Y yo, que no soy mejor que nadie ni más astuto, me preguntaré: ¿y por qué no? Ya bastante han logrado con hacerme explicar las cosas que amo de España. Ya me han obligado a meterme la estilla en el ojo, a asegurarles que ser grande no quiere decir ser inteligente (valga el múltiple doble sentido). Acabo de escribirles la cuartilla más absurda que un ser humano pueda componer (porque todavía hay quien cree que un ser humano puede sobrevivir con un solo tipo de sentimiento). Me han arrancado una confesión. ¿Por qué entonces no volver a lo que me interesa?

Según los locutores de RTVE, “un pobre palestino debe vivir con 3 dólares al día”. Según ellos, “lo mismo que consume una vaca europea”. La comparación me ha llamado tanto la atención que he querido averiguar lo que cuesta un perro en Suiza. Estaba intrigado y deseaba compararlo con lo que recibe el pueblo cubano, pero cual no sería mi sorpresa al descubrir que nuestros hermanos tienen que vivir con menos de lo que vive un ratoncito blanco (0.50 US $) en un laboratorio. Lo infame no es entonces la cifra en sí (aquí mismo entro en dudas), sino el hecho de que una televisión pública europea se tilde de solidaria de manera tan puntual (3).

Yo no me meto con los sabios idiotas que se “pasan de esas noticias”. Allá ellos y sus urgencias. Cada cual tiene el derecho a criticar y buscar el equilibrio político en el terreno que más le plazca. Pero cállense la boca si ni siquiera tienen el coraje de resolver (o intentar resolver) sus propias dudas y garrafales meteduras de pata. Por allá por los Estados Unidos hay quien acusa a Elizardo Sánchez de castrista, o a Payá de agente de la seguridad cubana y cuando intento defenderles, o mejor dicho, cuando apelo a la tolerancia, resulta que el comunista soy yo. Lo mismo ocurre en España con mis compatriotas españolizados.

De zanahorias nada. La gente como yo sólo merece palos. Y tienen razón, ese es el precio que pagamos los que no pertenecemos a grupo alguno, ni a partido alguno, ni a ninguna plataforma. La independencia en la forma de expresión es entonces vital para todo aquel que no posea intereses políticos, o persiga evitar la polémica. La gente como yo se satisface de que otros se den cuenta de algunas cosas. Y para escribir sobre ellas, con una firma es suficiente. El otro día me decían desde La Habana que en Suecia había una página llamada “Cuba Nuestra” (no creo conocerla) y que en ella sólo publicaban críticas a Carlos Wotzkow de manera incompleta.

¿No debiera ser todo un orgullo que tus detractores en el exilio reconozcan tu existencia? Pues claro que sí, pero mucho más si ese reconocimiento lleva además tu nombre y apellidos. A mi no me molesta que digan lo que más les venga en ganas sobre mí (es más ya hasta le he cogido el gusto), pero todos estaremos de acuerdo en que no es muy justo mezclar a nuestros progenitores en cualquier asunto de la vida. La única persona que pudiera levantar su voz mañana y decir que yo he ofendido infinita y apasionadamente a su padre se llama Alina Fernández, pero sé que sabe que no lo he hecho por crueldad.

Mañana, advierto, aparecerán por ahí muchos disléxicos.

¿Por qué es políticamente correcto criticar a Bush en cualquier campo de su actuación? ¿Por qué los cubanos que viven en España se cuidan mucho de no criticar las payasadas de José María Aznar? ¿Por qué se cuida tanto la imagen de los políticos suecos cuando Suecia es el país europeo que (después de España) más cubanos ha deportado? ¿ Cómo confiar en los anhelos de independencia individual cuando hay tantos exiliados obedientes por el mundo? ¿Por qué no se puede respetar a los disidentes en Cuba y estar en desacuerdo con el Proyecto Varela? ¿Por qué no se puede decir que la música de Silvio Rodríguez es buena sin ser clasificados como comunistas?

El motivo de tanta discrepancia no es la política y tal vez haya quien todavía a estas alturas no sepa de lo que estoy hablando. El motivo es que el cubano es por naturaleza hipermétrope. O sea, hay quien piensa que en España las cosas van bien para la causa de Cuba porque un titular dice que Amnistía Internacional pide el apoyo a la sociedad española para apoyar a los presos de conciencia en Cuba. ¡Que guai!, dirán los “integrados cubanos” del segundo párrafo, o ¡cojonudo!, los “malos españoles” del cuarto. Como dice mi padre, muy mal debe andar una sociedad cuando hay que apelar (selectivamente) a la raíz moral de su pueblo. Recuerden el “Internacionalismo Proletario.”

Amnistía Internacional, tal y como ocurre en Londres o en Suiza, es una organización de izquierda. A Amnistía le interesa llegar al meollo de los problemas en Guatemala, en la franja de Gaza y en Irak, pero el caso cubano es diferente. Para Amnistía Internacional se trata de un pueblo enfrentado con un icono revolucionario. Para esta organización Fidel Castro fue el “amigo” del “Jesús de los tercermundistas”: el Che Guevara. Por tanto, los fusilados de Castro no guardan mucha importancia en comparación a los no-fusilados combatientes talibanes. Y no sólo hablo de la vieja guardia de Amnistía, sino de la nueva (es decir los altermundistas), que tienen como icono a Bin Laden (4).

Hay quienes leen sólo titulares, pero también hay los que se leen el texto y el subtexto. Los primeros creen que lo que Amnistía pide en España es que los españoles cambien un poco su forma de ver a Cuba. Hasta ahora, para la mayoría, Cuba es el paraíso socialista y Amnistía, a pesar de los pesares, comienza a notar que el paraíso debe quedar en otra parte. Así leen esta nota de prensa los del segundo párrafo. Para los del cuarto, el “pero” está en la crítica al embargo norteamericano, ya que las detenciones “son una respuesta directa al embargo”. Yo creo que ese texto nos indica otra cosa, y es que para Amnistía su tribuna publicitaria más propicia está de momento en Madrid.

Para un “extremista”, un “homosexual”, o un “fascista” como yo, tan mal ubicado en el contexto español y tan fuera de sí a la hora de criticarlo, el mensaje es bien distinto. Amnistía Internacional es una agencia repleta de cobardes. Saben que España no moverá un dedo si no hay cambios en la política exterior de los Estados Unidos respecto a Cuba (5). La protesta iniciada a favor de los 75 detenidos se ha reducido en 5 párrafos a 25, pues para los otros 50 cuyas apelaciones fueron rechazadas “no hay remedio judicial” (6). Lo verdaderamente chistoso y patético que tiene la política en todo el mundo es eso: las diferentes lecturas que una noticia ofrece.

Suiza no se queda atrás. Los norteamericanos han deportado a los balseros del Chevrolet y las autoridades de inmigración en este país ya han empezado a enviar a los cubanos amenazados de deportación los clásicos recordatorios. “No olvide, estimado señor, que si no nos aporta más pruebas su deportación es practicable”. La diferencia entre Suiza y el resto de Europa es quizás una: aquí la gente (el pueblo) generalmente piensa antes de hablar, mientras que en Europa la gente prefiere ladrar. La iglesia y algunos políticos en Suiza han sido la salvación para muchos cubanos, pero en España, o incluso en Francia, la corrupción y el desparpajo juegan un papel fundamental.

¿Se imaginan ustedes si nosotros los cubanos nos tomásemos unos segundos antes de contestar cada pregunta? Esa reflexión no premeditada, sino basada en un cimiento cultural sólido sería suficiente para ponernos a la cabeza económica de América si gozáramos de democracia y libertad. Y si por casualidad escuchásemos sin contestación los argumentos de otra persona, la changa y la sandunga no fueran los principales atributos de nuestra identidad. Pero el cubano se las sabe todas y la que no, se la imagina. Mis suegros suizos dicen que la mejor forma de no producir enemigos es no dar a tus amigos entrada a tu intimidad. Si lo haces, es porque les das luz verde para juzgarte.

Piensen un poco en nuestra forma de actuar. Léanse este artículo. Noten los datos personales que en él se escapan (ahora de manera intencionada) y calculen los opositores que tendrá. La fórmula no falla. Mientras más saludable sepan es tu nivel de vida, más imperfecto serás. La envidia amigos míos, la envidia. Nadie que se gane la vida tocando un instrumento musical en los túneles de una estación de trenes da envidia. Esa gente lo que da es lástima. Nadie que tenga que planificar el número de hijos por razones económicas da envidia, esa gente lo que generalmente termina perdiendo a su pequeña familia.

¿Cuál es el mensaje que quiere dar un militante antimundialización al desnudarse y lanzarse al gélido lago de Ginebra en pelotas? Ustedes den la respuesta que quieran, pero para mí no es otra que el de ofrecer lo último que les queda: el pompis. Tienen la cabeza tan inundada de porquería, que buscan desesperadamente alguien que se ocupe del responsable de semejante contaminación. No hallo otra interpretación a semejante pantomima. La izquierda mundial, después del derribo del muro de Berlín ha convergido en una única línea: la del ridículo. Su oprobiosa mentalidad ha sido sustituida por el comportamiento irracional. Dan pena.

Los cubanos del segundo párrafo quizás crean que Amnistía Internacional, el estado español, o Greenpeace son instrumentos de apoyo a la sociedad. Los del cuarto tal vez confíen en otros nombres equivalentes. Pero ninguno se pregunta ¿por qué los detenidos en Guantánamo (rosados y bien alimentados) son más importantes que los famélicos prisioneros políticos de Castro? Nadie se pregunta ¿por qué Greenpeace no usa barcos de vela (de energía pura y renovable), sino pesados navíos propulsados por potentes motores altamente contaminantes? Para mí el calor y la brisa son iguales en toda Cuba, pero los de Guantánamo tienen aire acondicionado, servicios religiosos garantizados, y una alimentación impecable. De los españoles me ocupo yo.

Si alguno de ustedes está de acuerdo conmigo no es porque yo tenga razón, sino tal vez porque también haya probado las delicias de la col hervida, la harina de maíz fría y la macarela media cruda de Villa Marista. Si no, les invito a hacer una reservación en ese bello motel de La Habana. No pretendo que nadie se sienta como yo, un Polifemo (perdí la visión de mi ojo derecho en un accidente de paracaidismo), pero tampoco que se crean hipermétropes. Las realidades y el equilibro sólo pueden ser vistas desde la diversidad de los criterios. Bienaventurados los que nunca se equivocan.


Carlos Wotzkow
Bienne Agosto 1, 2003

* Fernando Díaz-Plaja 1966. El español y los Siete Pecados Capitales. Alianza Editorial. Vigesimosexta edición revisada.

** Francisco de Quevedo 1623. Secretos espantosos y formidables, experimentados, tan ciertos y evidentes que no fallan jamás.

*** Alberto S. Bustamante, es un hombre culto e impecablemente respetuoso. En gratitud a sus observaciones y ayuda le dedico este sencillo texto. “Bertie”, para sus amigos, es también el presidente de la Asociación del Patrimonio Nacional Cubano.


FIN


(1) He preferido eliminar de este texto todos los comentarios afines, o más radicales sobre España que los míos. De haberles incluido hubieran pensado que buscaba con ellos un apoyo que no necesito.

(2) En un programa llamado “Panorama” transmitido el pasado mes de julio, el enviado Agustín Remesal vuelve a la carga antinorteamericana como cuando era corresponsal en Nueva York. Para más información sobre este despreciable personaje, consúltese “Radio Televisión Española Internacional: nuevo instrumento político de Fidel Castro para América Latina y Europa.

(3) El que me lea y conozca como soy, sabe que el término puntual ha sido extremadamente rebuscado (casi una ironía). El que en realidad les corresponde empieza con la letra “M”. A su juicio queda.

(4) El que haya tenido la oportunidad de ver los disturbios de Génova en Italia, habrá notado la gran cantidad de pacifistas que portaban en sus camisetas la imagen del buscado terrorista saudí. Allá como en Ginebra, Amnistía Internacional ha sido la defensora de sus derechos a protestar y destrozar la propiedad privada para salir corriendo con las manos llenas de los “sucios” productos que producen las “malvadas transnacionales”.

(5) Ya he dicho en varios artículos que es verdaderamente contradictoria las criticas y la envidia que los españoles sienten por los Estados Unidos. Ruego al que no me crea, que reflexione a partir de ahora sobre esta casi patología de sumisión voluntaria camuflada con la rebeldía oral.

(6) EFE, Madrid. “Amnistía Internacional pide apoyo a España para exigir la liberación de presos cubanos”. La Nueva Cuba. Julio 30, 2003.


Éste y otros excelentes artículos del mismo AUTOR aparecen en la REVISTA GUARACABUYA con dirección electrónica de:

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