LA PEOR PRENSA DEL MUNDO

Por Carlos Wotzkow


Decía hace algunos meses que la prensa española, pese a la envidia y el odio que siente por los Estados Unidos, no deja de imitar en todo a su ancestral "enemigo". Sobretodo, cuando sigue al pie de la letra a agencias como la CNN, la CBS y otras similares. La prueba nos la da ahora ese informe que ha salido a la luz sobre la propaganda que realiza la CNN sobre el régimen de Castro, y los datos que nos ofrece a diario Radio Televisión Española cuando clasifica sin tapujo de terrorista al exilio en Miami, y se abstiene de hacer lo mismo con Fidel Castro. Para España, todo el que esté a favor de la lucha antiterrorista iniciada en la Casa Blanca es digno de desconfianza, mientras que los terroristas árabes, colombianos, o filipinos, merecen la mayor prudencia ante de ser clasificados.

Para la mayoría de los periodistas españoles, Cuba no es más que una isla-pocilga con un gobernador simpático y rebelde, y muchas mulatas bailando entre el humo del tabaco y el barato ron. Pero en su realidad cotidiana, nuestra isla es un territorio lleno de misterios, repleto de intrigas y salpicado por las viejas estructuras del comunismo más frenético y aterrador que en América se haya conocido. Hacía ya algún tiempo que no escribía sobre estas barbaridades españolas, entre otras cosas, porque la prensa que en Europa menciona a Cuba aburre, pero ¿qué le voy a hacer, si mi cuerpo salta y desdeña el descanso que le había impuesto y se pone a la defensiva ante los comentarios de esa clase hipócrita?

Mirar las noticias de la Televisión Española es como asistir al desmantelamiento de toda verdad en aras de salvar a la izquierda arcaica. Es como contemplar y escuchar un enfoque sorprendente de la doble moral ante el terrorismo, o padecer sin derecho a réplica a esos esperpentos que en los diarios de pacotilla te escupen sus mentiras a la cara. Pero a los hechos para ponernos en guardia. El mundo entero sabe que Castro es el peor narcotraficante de drogas en el hemisferio occidental, pero los reporteros españoles, ni afónicos, ni mal pagados, transmitieron el lunes 6 de mayo dos reportajes (uno detrás del otro) de lo bien que Fidel Castro combatía al narcotráfico en su camino hacia los Estados Unidos.

Esta dulzura a favor del viejo dictador debe tener alguna explicación antropológica. De la misma manera que algunos científicos reconocemos la existencia de ciertas hecatombes (como la paliza capital que los cubanos dimos a España en el siglo XIX), los periodistas españoles intentan, de modo curioso, mitigar las repercusiones que para España tiene lo que en la isla ocurre. Probablemente, ello se deba a los fuertes prejuicios que quedan implantados en la conciencia de ese pueblo después de la guerra y que, por temor a la verdad, ahora prefiere imaginar una ruptura delicada con sus futuros enemigos antes que recibir el justo amenazador tortazo.

En otras palabras, he intentado imaginarme las relaciones futuras entre Cuba y España como las relaciones de un hijo al que la madre lo ha abandonado por la vanidad de lucir algunas prendas. Estas palabras las veo fundamentadas en una serie de hechos tan separados como conexos y que me llevan a una conclusión común: nuestras relaciones serán de ruptura profunda, desconfiadas, o en el mejor de los casos, oportunistas a todo nivel. Todo aquel que se precie de repasar la historia deberá abordar el tema como el resultado de una serie de acontecimientos ejecutados con impunidad, o lo que es lo mismo, basados en la injuria y la calumnia sobre el sufrimiento de nuestro pueblo.

Esta semana, El País, La Vanguardia, El Mundo, han clamado escándalo. Y todo porque los Estados Unidos, después de serios análisis e investigaciones, acaban de llegar a la conclusión de que ya no vale la pena tapar las inmundicias que les prepara Cuba. O sea, la guerra biológica y que no es más que uno de los tantos métodos de terrorismo con que Castro ha intentado dañar a ese país vecino. Pero Radio Televisión Española se lleva el palmarés en cuanto el terrorismo debe ser noticia y para la prensa internacional de José María Aznar, los terroristas son los israelíes y no los "suicidas palestinos", de la misma forma que Fidel es el bueno y el imperio norteamericano el malvado abusador.

Desde que José María Aznar es "presidentedeturnodelaunióneuropea", palabra, para los españoles tan inseparable como el "comandanteenjefefidelcastroruz", todos los comentarios que en RTVE se dedican al mandatario denotan el poder que ahora España tiene en Europa. Aznar propone por tanto, que la lucha contra ETA se generalice en toda la comunidad, pero le falta decoro para denunciar públicamente que las FARC de Colombia es otro grupo terrorista mucho más agresivo y sanguinario que la mismísima ETA. No se le ocurre hacer una declaración a título personal y para mayor vergüenza, ni siquiera tiene el coraje de proponer la petición que le hace su homólogo Andrés Pastrana para que plantee el caso allá en Bruselas.

El día 8 de mayo, Juan Restrepo (enviado especial de RTVE en Colombia) aseguraba a los televidentes de RTVE que las FARC habían tomado un pueblo y que el ejercito del país no se había preocupado ni por prestar ayuda humanitaria. Las imágenes, sin embargo, indicaban lo contrario y se veían decenas de cadáveres calcinados en una iglesia por el efecto que causó una bomba de la guerrilla, y a los militares del gobierno cargando niños y ofreciendo alimento a la población. Pero el doble rasero no acaba ahí, pues España acusaba a Israel de preparar en Gaza "una nueva masacre como la que se produjo en Jenin", sin que hasta la fecha nadie tuviera un informe serio sobre lo que ocurrió en aquel nido de terroristas musulmanes. O sea, la toma de partido por la causa palestina en contra de Israel como parte activa de una diplomacia de gallinero.

Nadie sabía hasta hace unos días que el BBVA (Banco Bilbao Vizcaya Argentaria), había sido el principal contribuyente económico a la campaña presidencial de Hugo Chávez en Venezuela. Pero esto se sabe hoy, porque los gallegos pensaron que Chávez se desmoronaba después de haber renunciado y quisieron pasar la cuenta rápida a sus sabandijas bancarias. Lo cómico, es que lo sacaron a la luz sin percatarse que al menor rumor ya habían despegado hacía el infierno bolivariano 4 AN-26 cargados con tropas especiales cubanas listas a formar una carnicería si no se restituía al payaso en el poder. Y ¿cómo volaban esos aparatos desde Cuba a Venezuela? Pues seguramente que con contribuciones de los bancos españoles dispuestos a todo con tal de preservar en Caribe a sus titiriteros antiamericanos.

Mi padre es el observador político más acertado que he tenido el privilegio de conocer. Desde que lo disfrutaba a diario en Cuba escuchaba cada uno de los discursos de Fidel e invariablemente veía en ellos cosas que los demás ni siquiera imaginaban. Pero en esta ocasión, su observación me llegó por la magia del recuerdo, y yo quede asombrado mientras iban invadiéndome sus palabras llenas de significado. En su tradición continuista, España es un país profundamente colonialista (échale un vistazo al problema del Sahara y te darás cuenta, - me había dicho) y ustedes, los cubanos, han padecido una y otra vez el engaño de su artimaña tradicional: mantener a toda costa en el escenario político a sus leales gobernadores para crear problemas. En el caso de Cuba y Venezuela, Castro y Chávez les convienen porque son, además, muy fáciles de comprar.

España permite la entrada en su territorio de todo aquel cubano que llegue con permiso de Castro dispuesto a trabajar para su régimen. El escándalo de las peceras del aeropuerto de Barajas, o aquel de la embajada de México, apenas incluyó a algunos tontos que no sabían que es lo que había en el lado quemado de la tortilla. Pero la mayoría, esposos quinceañeros casados con septuagenarias, profesores de Salsa, modelos "de la prensa del corazón", trovadores irreverentes, o violadores de embajadas, salen para ganar euros para el estado cubano. Por ello me sorprende la reacción de algunos en el exilio que protestaron contra México, aunque si tengo que reconocer que me asombra el poco eco que a tenido la honrosa actitud del Uruguay.

Uruguay, hasta la fecha, es el país sudamericano donde hay un mayor número de ciudadanos identificados con el sufrimiento del pueblo cubano. A destacar, la actitud llena de valor y de ética llevada a cabo desde hace años por el profesor Alexander Torres Mega, quien no sólo ha estado expuesto a actos de linchamiento de la extrema izquierda de aquel país, sino que incluso ha padecido la destrucción de los medios con los que trabajaban para concienciar a la población engañada por años. El profesor Torres Mega es un amigo sincero de Cuba y en varias ocasiones ha salido con una balsa sobre ruedas a recorrer las principales avenidas de Montevideo. Su objetivo: uno tan simple como poco visto en el mundo hispano: repudiar abiertamente a la tiranía castrista.

Qué pena que en España, ni por asomo, alguien se digne a hacer algo similar. Pero, qué oprobio carecer del coraje para denunciar los asesinatos y la represión de un dictador llamado Fidel, un bufón de apellido Chávez y dos grupos repletos de asesinos en Colombia y Cisjordania. Su gobierno (el de España), su clase empresarial, y la mayoría de sus partidos y ciudadanos, le rinden pleitesía públicamente al mismísimo criminal que les protege a los militantes de ETA, acusan de abusar contra el pueblo al ejercito de Colombia, y conceden el papel de luchadores por la libertad a los terroristas palestinos. La historia, si en realidad sirve para algo, al menos no debiera pasar por alto esa infamia española.

Considero que el mayor fracaso de la clase política española es no haber encontrado un "vector moral" útil a su historia demócrata. También creo que nos encontramos ahora en un punto donde hallar una solución es más fácil, y le guste o no a los españoles, ha sido al presidente de los Estados Unidos al que le han servido esa prerrogativa en bandeja. Después del 11 de septiembre sólo hay cabida para los que estén con él, contra el terrorismo en TODAS SUS FORMAS. Los que no lo estén, como esos engendros llamados Miguel Bosé, José Saramago, o toda esa casta de nombres eufónicos, mejor meterlos en la teoría del desequilibrio puntuado, o lo que es lo mismo para el caso humano, en una clase ortodoxa incapaz de expresar sus conceptos de forma libre y normal.


FIN


Carlos Wotzkow

Este y otros excelentes artículos del mismo autor aparecen en la REVISTA GUARACABUYA de dirección electrónica de:

www.amigospais-guaracabuya.org


Éste y otros excelentes artículos del mismo AUTOR aparecen en la REVISTA GUARACABUYA con dirección electrónica de:

www.amigospais-guaracabuya.org