EXTREMA IZQUIERDA VS ESTADO DE DERECHOPor Carlos Wotzkow
La historia tiene la ventaja de poder ser escrita, interpretada, y bien entendida. La historia también tiene la ventaja (para los oportunistas) de poder ser olvidada. Pero la historia le juega una trastada a los desmemoriados al no poder ser borrada, aún y cuando estos la intenten acomodar a las necesidades del momento. Permítanme entonces un ejemplo de historia política: hace hoy exactamente 7 años, las fuerzas represivas del estado cubano hundieron el 13 de julio de 1994 al remolcador “13 de Marzo” y asesinaron en él a 41 cubanos incluidos 20 niños (1). Unos días después, la represión comunista inundó de sangre las calles de La Habana en la que se repartieron por igual las detenciones arbitrarias, los bastonazos eléctricos, y múltiples sprays de gases paralizantes a los ciudadanos que protestaban por tal masacre. Hoy, la prensa que apoya en toda Europa al terrorismo socialista y a la extrema izquierda acusa a las fuerzas del orden italianas de actuar al estilo chileno, sin querer acordarse, ni mucho menos hacer notar, que su lucha va encaminada a instaurar en toda Europa un sistema represivo semejante al de su ídolo caribeño. Y claro está, con la esperanza de que al hacer propaganda todo el mundo olvide la mala semilla que los guía, los miserables ideales por los que luchan, y las trampas y el chantaje político que emplean para exigir a los gobiernos democráticos explicaciones por la actuación de sus fuerzas del orden, sin saber dar ellos mismos explicación por sus actos vandálicos. Así de claro, de epidémica habría que catalogar esa propaganda comunista que invade al “Viejo Continente”, y en cuyo altar tienen estos anarquistas al Caín de los cubanos, hecho todo un profeta que lanza discursos cual plétora de falsas verdades. En nuestro libro “Cubriendo y Descubriendo” (2) Agustín Blázquez y yo exponemos, de manera demasiado medida, la sarta de mentiras que la izquierda norteamericana y europea utiliza para desprestigiar a cualquier grupo político que se oponga a sus designios. Pero la historia de Genova, la destrucción de sus riquezas económicas, y las imágenes de los extremistas de izquierda repartiendo palos, objetos punzantes y cascos, dejan mucho que decir de sus “pacíficas manifestaciones”. De vergonzoso entonces hay que catalogar ese discurso de Silvio Berlusconi en el que asegura que nadie en las fuerzas del orden quedará impune si se descubre que actuó con exceso. Mientras los terroristas españoles enviados por Izquierda Unida al país vecino llegaban al aeropuerto de Madrid apañados por la prensa y la televisión de José María Aznar como si se trataran de héroes víctimas de una represión gratuita. En lo personal, y muy a pesar de entender el derecho de réplica de la policía italiana contra el saqueo y la piratería organizada desde los bastiones comunistas de Alemania, España, y la propia Italia, no sólo creo que hay que ponerse de parte de los carabineros, sino además, pedirles que nos enseñen a repartir el merecido “San Benito” al primer terrorista que salga a la calle con ánimos de atentar contra la propiedad privada y la ley establecida. Atónito me he quedado al escuchar a los reporteros españoles afirmar, junto a sus terroristas nacionales, que la cosa no se quedaría allí (3), y desde entonces he pensado que el nacionalismo democrático vasco merece un voto de confianza. Cómo puede un reportero profesional utilizar como tribuna a la Televisión del desgobierno de Aznar para criticar el referendum del Sr. Ibarreche al tiempo que celebra la barbarie, o se acongoja por los moratones sufridos por los extremistas de IU? Tan arbitrario sistema de valoración nos confirma que allí, en España, la ignorancia es más urgente que la exactitud. Que la categoría ofensiva sea un gentilicio aplicable a todos aquellos que llevamos una idea democrática en la sangre es hecho de por sí bastante imbécil como para no pensar mucho tiempo en ello, pero que ese malsano apoyo se mantenga por más de un día en la televisión internacional de España, y que el Sr. Aznar no muestre ningún signo de vergüenza, ello ya resulta un ejemplo típico de político oportunista ante el empuje descarado de sus mimados adversarios. Estas impropiedades políticas de España exigirían de un milagro para hacer flotar esta rara discusión en un tema productivo, pero aún así, he aquí una propuesta. Como que la honestidad, el honor y la valentía son hoy día valores arcaicos tirados al estercolero por un caballero andante y otro caballerito un tanto discordante, tratémoslo como una especie de fósil conceptual. Intentemos al menos otra vez traer al cubano al camino bueno y hacerle comprender que con tanta sangre española en Cuba nuestra composición es exogámica y por ende antigenealógica. Que no por tener sangre española estamos condenados a ser cretinos y mucho menos, si no estamos de acuerdo con esa política que se hace desde la mala “Madre Patria” para disgusto y repulsa de todos sus descendientes. Durante los días que siguieron a la transmisión de esta extraña forma de solidaridad con el terrorismo de izquierda, y después de reparar en la persistencia de exhibir al público semejante dislate, me ha sorprendido una propiedad que yo quisiera catalogar aquí de “moral sustitutiva“. Sus alegatos plantean múltiples acusaciones contra la “globalización” - “que hace a los ricos más ricos y a los pobres más pobres”, bla, bla, bla y “socialismo o muerte” - pero cada alegato, opera como una sustitución del otro de manera tal que la base del argumento es la misma hasta revelarse como idénticas falacias. Una vez comprendido este sistema de discurso, ignore usted el objetivo contradictorio de estos vagos (que no tienen empleo porque no quieren trabajar) y verá que fácil se comprende que la televisión española se haga eco inmediato de sus protestas. O sea, el país europeo que menos quiere trabajar, pero que más ayudas pide de los fondos de cohesión. El mito favorito de esta televisión “al servicio de los pobres” es señalar a los enemigos personales de su líder dentro de distintas formas y categorías generadas por su propia infamia: si eres vasco, tu sangre es tu veneno. Y si quieres la independencia, convocando votaciones, pues peor. En España se está de acuerdo con las elecciones mientras no se lastime a la monarquía, la “integridad territorial” (más importante que la integridad física de los seres humanos) y mientras salga electo aquel que así lo acate. Pero la oposición expresa a la libre autodeterminación puede desacreditarse mediante el uso de los argumentos lógicos sin que sea necesario desglosar aquí todo el ejercicio. Como legado a esa horrible historia de racismo, todo el que cuente con componentes vascos pertenece potencialmente a la categoría “terrorista” aunque este casado con la infanta de Borbón. O algo parecido, pero haciendo a la mentira particularmente ignominiosa según el caso y la concepción que se tenga de la palabra pueblo. Nadie puede sostener con coherencia que los demócratas vascos sean cualquier cosa de forma innata por motivos de su herencia, si las personas así clasificadas jamás han formado parte de una población genealógica diferenciada. Pero los “Pérez” acusan a una inmensa mayoría del pueblo vasco (que nada tienen que ver con el terrorismo patrocinado desde Cuba) para herir las susceptibilidades a la vez que hacen el papel de inquisidor. Es ahí donde sorprende que se exhiba tanta porquería televisiva sin pensar en acusar a los verdaderos padres del terrorismo español: o sea, al miedo gubernamental, y al que todos saben que es el peor Caín que han tenido españoles y cubanos. Quizás lo ignoren estos tarados, pero puede que toda la diversidad de opiniones (excluyendo únicamente a la que aboga por el terrorismo endémico y el extraterritorial), desde los hippies hasta los nacionalistas no tenga otra prioridad que la democracia. Los que hoy atacan a la sociedad de derecho desde esos “Movimientos Anti-globalización” a fin de santificar la abulia y las posturas antiproductivas, hoy se callan ante el sufrimiento que obliga a todo un pueblo a padecer lo que es su sueño realizado. Cuba es entonces una paradoja, pues seguro estoy que los que hoy firman su artículo de compromiso no necesitarán de muchos años para comprender y asimilar las implicaciones teóricas y prácticas que los han llevado a malgastar el tiempo y en algunos casos, su propia juventud. Creo que necesitan orientar un poco sus concepciones sobre la ética y el significado de la diversidad de opiniones. Pero para empezar, les propongo que abandonen esa conducta destructiva en la que emplean todo su odio e impotencia en aras de quedar bien con sus líderes más desequilibrados. Tal comportamiento, aparte de su perniciosidad social, carece de fundamento si no les resulta posible concebir a los demócratas como un grupo necesario dado que poseen una forma de pensar más diversa que aquellos que los acusan repetidamente de fascistas. Acaben de una vez de erradicar los viejos prejuicios y den paso a las nuevas estructuras conceptuales. Ninguna corrección puede tener más premio que el aplauso del resto que los ha visto entender las cosas. No hay otra televisión en el mundo (aparte de RTVE, la CNN y Cubavisión) que insista en criticar tan ciegamente la defensa de las libertades individuales. Esas tristes excepciones, a juzgar por la defensa que hacen del terrorismo de izquierda, el antiimperialismo norteamericano (4) y al espacio que concede a tan bravos libertarios, no nos crea muchas dificultades para descubrir a quién corresponde el copyright de su guión. Mención aparte del demoníaco régimen cubano, hay dos motivos por los cuales nunca menciono el nombre de los cubanos seguidores de esa nueva tiranía desde el exterior. Los que han especulado varias veces sobre este silencio han errado hasta ahora por defecto. Entonces, ha llegado la hora de aclararles los por qué. Primero, porque no me gusta mencionar al nombre de un cubano que no de la talla, que le falte altura, y que deje mucho que desear. Segundo, porque no me interesa hacer famoso, ni siquiera en el sentido negativo, a ningún obtuso compatriota, ni siquiera a aquellos que desde el norte europeo, o desde la propia isla demuestran sus insuperables dotes de mediocres. Nunca podré contener mi satisfacción al hablar de Cuba y de muchos de sus buenos hijos y por ello, satisfago mi contemplación en sus maravillas de orden general, en la transparencia de su mar, en las revanchas de sus maltratados ríos, y en la siempre fiel orientación del compás en mi cabina de pilotaje cada vez que regresaba a casa. He intentado encontrar a todo ello mil paralelismos y encajarlos entre los elementos más preciados de su naturaleza, lo que por fin he logrado hacer hoy al poner punto final a una inquietud que me hacía pensar otra vez en Cuba sin necesidad de estar en ella. ¿Qué tiene de malo que alguien me llame liberal si lo soy al estilo de Richard Dawkins y si guardo la cosmografía de mi patria dentro de mi mismo. Dentro de mí llevo siempre al archipiélago con todos sus prodigios. Su pueblo entre los primeros, como el más audaz y afortunado fragmento de toda su naturaleza. Y en ese fragmento estará también, si humildemente lo reconoce, cualquier cubano equivocado. Carlos Wotzkow Bienne, 26 de Julio 2001 Bibliografía*Browne, Thomas (1646): Psudodoxia Epidemica: or, Enquiries into Very Many Received Tenents, and Commonly Presumed Truths. 1.- González Amaro, María de los Angeles (2000): Misas por las víctimas del remolcador “13 de Marzo”. Carta de Cuba. La escritura de la Libertad. P. 45. 2.- Wotzkow, Carlos & Agustín Blázquez (2001): Cubriendo y Descubriendo / Covering and Discovering. With the Colaboration of Jaums Sutton. Alexandría Library Incorporated. Miami, 312 pp. 3.- RTVE (2001): Las golpizas a nuestros activistas anti-globalización no quedarán impunes. Miércoles 25 de Julio. Telediario de las 18:00, y las 21:00 horas locales. Jueves 26 de Julio. Telediarios de las 13:00, las 15:00, las 18:00, y las 21:00 horas locales.
4.- RTVE (2001): Un millón y medio de cubanos acuden al llamado de su
presidente para combatir cívicamente al embargo norteamericano. Jueves 26 de
Julio. Telediarios de las 18:00, y las 21:00 horas locales. Viernes 27 de
Julio. Telediarios de las 13: 00, las 15:00, las 18:00, y las 21:00 horas
locales.
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