ESPAÑA LE DECLARA LA GUERRA AL EXILIO CUBANO QUIEN ES EL ENEMIGO

por Carlos Wotzkow


«Semejante masa de mierda humana es la que lleva no sé cuántos días, semanas o meses, perturbando la vida de un niño al que conseguirán finalmente convertir en un monstruo. En la cara de ese monstruo se mirará complacida la masa de mierda humana que es el exilio cubano, y, por fin, descubrirán su verdadero rostro: traficantes de droga, mafiosos de todo pelaje, proxenetas, puteros, extorsionistas, matatías, gamberros y, tal vez, algún que otro ejemplar que salió de Cuba por motivos estrictamente políticos.»


Juvenal Soto1
Semanario Cambio 16


Es raro que nos acusen de traficar con droga quienes más drogas traen de Colombia a Cuba para venderla a la población juvenil cubana y a los turistas que visitan la isla. La lista de vergüenzas del asqueroso Juvenal Soto y comparsa, tal parece calcada de la crónica amarilla española, y no de datos que se refieran al exilio cubano. Pero expliquémoslo: es la Costa del Sol y las costas de La Coruña las dos zonas francas de la mafia rusa e inglesa que trafican con drogas directamente importadas (¿por convenios de colaboración?) desde Colombia, Marruecos, y el Medio Oriente. Son los proxenetas españoles, uno de los grupos más perseguidos en Europa por la trata de blancas que llevan a cabo desde Polonia, Hungría y otros países del Este, pero no son perseguidos por Cuba, porque Castro es quien les ofrece las putas a través de un catálogo. España, ¡que horror!, es el país donde sus machos son más inseguros, donde menos hijos hacen y donde por despecho, se asesinan más esposas, novias y hasta ex amantes. Es allí, y no en Miami, donde los gamberros y chorizos destruyen cada año miles de autos europeos para robar a los turistas todo lo que no se dignan a comprar de sus abarrotadas tiendas.

Pero veamos un poco más de esa España que se oculta tras estos periódicos anticubanos y así comprenderemos mejor quién nos declara la guerra y con qué fuerza moral cuenta ese cobarde enemigo. Para empezar, estamos ante un país y una legislatura de gobierno que, lejos de acoger y proteger a los cubanos perseguidos por el comunismo en Cuba, los detienen en las llamadas peceras del aeropuerto de Barajas y los repatrían a Cuba sin ningún tipo de proceso que respete sus derechos a demandar asilo. Es un país que se gasta no sé cuantas toneladas de papel en criticar a los Estados Unidos, pero que luego los copia y supera en violencia contra la inmigración. En otras palabras, el pago de España a la solidaridad de los cubanos (recuérdese que Cuba acogió a más de un millón de españoles que salieron huyendo de la guerra civil y los campos de concentración y tortura del dictador Franco), es un permiso de residencia si tenemos 20 años de edad y nos casamos con algunas septuagenarias de la "prensa del corazón" para hacérselas felices.

El profesor Luis Alberto Pita Santos, un patriota cubano que dirige en Madrid la Sociedad de Ayuda a los Cubanos y que recientemente ha sido elegido presidente de la Unión de Cubanos en Europa, no cesa de relatarnos las numerosas injusticias que el gobierno de José María Aznar comete contra nuestros hermanos (37 en lo que va desde el 25 de Mayo último2), a los que se les niega sistemáticamente la posibilidad de gestionar sus pruebas de persecución y por tanto su protección y asilo. Así mismo, nos encontramos frente a un presidente español cuya ley de extranjería fue modificada porque no tenía la mayoría absoluta en el parlamento, pero que ahora se dispone a sacarla adelante con todas las cláusulas racistas con que fue originalmente creada. Llama la atención que Carlos Alberto Montaner escriba a favor de las legislaturas de José María Aznar3 y no hable de estas cosas que comento. Pero peor aún, es el hecho de que la página web de la Unión Liberal Cubana elimine todos los artículos de Guillermo Cabrera Infante, e introduzca en cambio, los de un procastrista de discurso "antiembargo" más agresivo que el Granma4, y al que su egocentrismo ha dado por hacerse el perseguido político de los chilenos comunistas en Suecia.

En resumen, que los españoles y su presidente piden a gritos un embargo europeo contra Austria porque este país eligió democráticamente a un líder de derechas, mientras reclaman al mismo tiempo el fin del embargo norteamericano a la Cuba de Fidel Castro. O sea, la censura contra el líder de un país económicamente envidiado, y la libertad de comercio y préstamos para un dictador que lleva 41 años en el poder y casi 20 protegiendo a los terroristas de ETA con los que él, Castro, elimina de un pistoletazo a cualquier político molesto que lo critique desde España. Sí, no me queda otro remedio que estar de acuerdo con Carlos Alberto Montaner: el pueblo español no eligió a Aznar por su carisma, sino por todas las patrañas que hace para mejorar el bienestar de sus amigos (la lectura del subtexto es mía). Lastima que quien entienda esto, no comprenda, o publique, el abuso que estos inversionistas españoles representan para el pueblo de Cuba.

Así las cosas, la prensa y la televisión españolas se convierten por vocación y deseo propio en nuestro enemigo número uno. El País, nombre de otro de esos rotativos dignos del peor estercolero, publica de vez en cuando algún artículo anticastrista, pero entre uno y otro imprime para su público de izquierda diez artículos contra el exilio cubano5. Esto no es nuevo y es además muy fácil de explicar, si seguimos las líneas que como huellas dolorosas les ha dejado en la piel la historia. Primero hemos de entender que la población española es una sociedad traumatizada. En menos de 50 años, los criollos del sur le hicimos perder 320 % del espacio territorial que saquearon durante cuatro siglos y así, los mandamos a tomar por donde mejor gozaban en una tierra árida a la que cortaron todos sus árboles a fin de navegar y conquistar América. Luego, se asesinan los unos a los otros en una guerra civil que los dejó muy mal parados y finalmente, según se sabe y es vox populi en el mundo de las finanzas, son, para orgullo de ellos mismos, los mendigos más privilegiados de la nueva Europa.

Si alguien cree que 100 años es tiempo suficiente para que un español olvide una paliza está equivocado. De ahí el ataque al exilio cubano en la misma forma y con las mismas fuerzas con que atacaron al Partido Revolucionario Cubano de José Martí. Mitad porque este se fundó en Tampa, en los Estados Unidos, y mitad porque fue este país el que los sacó también a patadas de las islas Filipinas, España siente urticaria en todo el cuerpo con sólo escuchar que el exilio se organiza en la Florida. Ello representa la posibilidad de una Cuba libre a la que ellos siempre se han opuesto; ello significa no poder controlar el capital norteamericano sin un Fidel que se preste a ser "su gobernador en la colonia". Ello, representaría la expropiación legal de todos los inmuebles y tierras que han robado con el beneplácito de Castro y que bajo un estado de derecho deberán devolver con mil disculpas.

Carlos Carnicero es otro de los cientos de periodistas españoles que en El País nos venden la piltrafa como carne de primera6. Él conoce muchos niños felices en Cuba donde sólo los extranjeros pueden ponerle la mano encima (y otra cosa adentro) a los niños del estado. Así mismo lo ha hecho saber en un artículo cargado de mentiras: "que un padre se atreva a ponerle la mano encima a un niño", pues su hijo, pienso entonces yo, no le pertenece. Hay que ser cínico y además carnicero de la peor calaña para negar que el trabajo que realizan los niños cubanos en las "escuelas al campo" recolectando el tabaco para Tabacalera S. A. no es esclavitud. ¿Cuánto creerá este jilipollas de su mala patria que le pagan a esos niños felices? ¿Sabría este energúmeno que el régimen cubano aún esta en pié porque esa "mafia" que él menciona es solidaria con sus familiares en la isla (lo que no han hecho nunca los españoles con sus emigrantes en América), y que gracias a ese dinero proveniente del exilio es que Castro puede brindar toda la logística que necesita ETA? ¿Sabría este engendro del franquismo que Fidel Castro no usa un solo dólar en comprar medicinas, sino que se las decomisa a los cubanos enfermos y las desvía a sus centros de atención médica para turistas?

Nos tildan de mafia y dicen que somos violentos porque algunos en Miami quemaron el 22 de abril pasado y al centro de la calle (para no hacer daño a los inmuebles) un par de gomas de auto. Pero, ¿cómo clasificar entonces a los vascos, o es que acaso los vascos son sólo españoles para obedecer y no para hablar de ellos como parte de ese pueblo? Así que los cubanos de Miami son una mafia indecente por apelar a las leyes del país en que se encuentran, mientras que los terroristas vascos, que asesinan por la espalda y que queman cada noche no se sabe cuántos negocios, son independentistas con los que José María Aznar está siempre dispuesto a dialogar. Bueno, cada cual que se crea lo que escribe, pero si el exilio de Miami es violento, no sé que calificativo dar a ETA, a los GAL, o a lo que ocurre a cada rato y en muchísimas empresas de esa mesurada España en la que miles de trabajadores carecen de medios de protección, o en la que miles de niños son maltratados por sus padres, o incluso, alquilados para satisfacer los deseos sexuales de algún que otro vecino con dinero. ¿Saben Carnicero y Soto de lo que hablo?

No amigos míos, ni lo saben ni lo entienden. Es más, no pueden, porque son españoles de pura cepa, de esos que adulan al rey con la misma intensidad con que detestan a su reina. El otro día, la Televisión Española Internacional hablaba de accidentes del tránsito y algún telespectador les llamó desde Noruega para explicarles que los accidentes se podían reducir poniendo un verdadero orden en la vía, aumentando las multas, y cumpliéndolas como cualquier estado serio haría. Por su parte, la Asociación para el Estudio de Lesión de Médula Espinal les alertaba: 6000 muertos cada año (más que en Alemania con el doble de población), 140 000 heridos (más que el triple en la media europea) y el 70%, debido a la ingestión de alcohol, a que casi la mitad de los choferes no han obtenido su licencia de manera legal, y a que los españoles son los usuarios que menos se preocupan por dar servicio a su auto, no controlando periódicamente ni los frenos, ni el estado general de su vehículo7. Entonces, ¿Qué más les podemos pedir? si su vida transcurre entre chupitos alcohólicos patrocinados por los Fondos de Cohesión Europeos, "hazañas" pírricas en el terreno de football, y periodismo de pacotilla.

¿Cómo puede alguien creer que el exilio de Miami es un antro de matatías cuando las esposas españolas son las mujeres más abusadas del mundo no islámico? ¿Cómo creer que los cubanos seamos malos con las mujeres cuando la mayoría de las españolas, tan pronto les baja la primera regla se van a Cuba a traerse un hombre que las respete y las trate bien? ¿Cómo creer a un periodista que nos asegura que TODO el pueblo de Cuba reaccionó con firmeza por el regreso de Elián, cuando el 20 % de la población que aún queda en Cuba participa en la lotería de visas para unirse en los Estados Unidos al otro 20 % de la población que ha ido escapando poco a poco desde 1959? Bueno, usted puede ser minusválido moral por convicción o por vocación, pero si yo tuviera el pasaporte español y fuera un súbdito de la corona de España, lo mejor que hacía era ripiárselo en la cara a quien tanta prensa racista y xenófoba permite en España.

A la falta de soberanía política que hay en Cuba se une ahora la tiranía económica que trata de imponer España mediante el control de las principales riquezas del país. Es cierto que los inversionistas traen muchas mejoras a un país siempre y cuando su pueblo no esté dominado con violencia, pero no es menos cierto que en el caso de Cuba, las inversiones han de ser tratadas de intervencionistas. Una de las últimas aberraciones que he tenido la desgracia de escuchar es la de la propuesta hispano-mexicana de introducir la lidia de toros en la isla. Una idea seguramente emanada del cráneo errático del comandante en jefe y depuesta en las oficinas de exteriores de los 3 países como una tarea prioritaria para ejecutar. ¿Qué dudas nos pueden quedar de que nos encontramos frente a otra barrabasada más de ese desgobierno? ¿Cuál es la diferencia entre torturar a un animal o matarlo en una plaza de toros? ¿Cómo se puede ser tan imbécil para algunas cosas y tan macabramente inteligente para otras?

Para los que no lo saben, voy a hacerles una breve descripción de lo que es la lidia de toros en España. En principio, y a pesar del amor alcoholizado de Hemingway por "La Fiesta" (y la siesta), parece ser un remanente romano de los circos de gladiadores y leones, pero al que acude sólo una casta ibérica que paga con pesetas esa grata oportunidad de difamar del prójimo. Son personas de edad avanzada, o solterones pasados los 40 que han utilizado durante siglos las gradas de la plaza de toros para exhibir sus prendas, criticar al vecino de al lado, y gritar a coro cuando se burla la fuerza de un animal, "olé". Claro que la popularidad de esta forma de sacrificio vacuno va en picada y ya apenas se llena la mitad del ruedo que tiene sombra, pero abajo, en la arena, hay un atajo de asesinos vestidos como intestinos constipados (pero pagados como profesores universitarios) que se dedican a acosar al cansado toro y con el único objetivo de hacerlo sufrir hasta la muerte.

Primero lo rejonean en el primer tercio unos gordiflones a caballo (se supone que toreros retirados cuyos trajes les han quedado ya chiquitos), para sacarle sangre y enardecer con ella al público. Luego, en el segundo tercio, comprueban que este indefenso y flojo de patas (como ocurre con casi todos los toros de miura en la península), para llenarle de banderillas el lomo con alarde (ellos lo llaman garbo) y alevosía. Al final, cuando ya el pobre animal está malherido y exhausto, viene el que se supone es el torero principal, saca una espada como si se enfrentara a un dragón, pone la boca como una trucha que no puede respirar, e intenta una, dos, tres, cuatro y cientos de veces si fuera necesario, meterle el sable directo al corazón. Sin embargo, fallan tanto, que el ungulado queda hecho picadillo en vida, cortado desde el lomo por cientos de lugares y vomitando sangre sin cesar. ¿Qué bello no?

Para estas bellezas ibéricas sí que los españoles están presentes en Cuba, para darle satisfacciones al dictador que allí les reserva los mejores negocios, para tramitarle ayudas europeas y para incrementar aún más su enorme maquinaria de propaganda poniendo al servicio de la infamia a la mayor parte de la prensa española. La elección directa de un voto para que Javier González Ferrari se hiciera cargo de Televisión Española Internacional ha sido como pedirle a Ana Botella que hable de su marido José María Aznar. Pero en lo relativo a Cuba, es como pagarle un salario a Raúl Castro para que hable ante las cámaras sobre lo bueno que ha sido su hermano Fidel. Si la prensa española estuvo en algún momento criticando a Aznar, cosa que no he podido nunca comprobar a partir de la información que para aquí se emite, ahora será imposible de lograr desde la mismísima sala de prensa de Izquierda Unida. Con el Partido Popular todo, contra él nada.

Hay en el exilio quien aboga por no enviar más dinero a Cuba, y los hay, que incluso piden que nadie llame por teléfono al resto de su familia que ha quedado atrás. Sin estar de acuerdo con ellos, pero sin tildarlos de extremistas, ni de mafiosos, ni de poco solidarios (porque comprendo la mitad de su argumento), es a ellos a los que yo quisiera dedicar este final. ¿Cuántos de ellos celebran las Navidades comiendo turrones de Alicante y brindando con vinos de Rioja? ¿Cuántos se han puesto a pensar que al comprar un producto español se lo están pagando a Castro? Pues entonces, que cada cual haga con el aceite de oliva español lo que corresponda, que en mi casa, hace ya mucho rato que no adereza una ensalada. Ni toros por televisión, ni football de mediocres jugadores, ni jilipolladas en forma de periódico, que para eso hay un país repleto de crédulos y mentirosos que nos han declarado la guerra y se llama España.


FIN


Carlos Wotzkow
Bienne, Junio 2000

Referencias

1.- Soto, Juvenal (2000): Si algo parece apestar peor que la Cuba de Fidel ese algo es el exilio Cubano. Semanario Cambio 16, Mayo 1°, 2000 N° 1482, España.

2.- Pita Santos, Luis A. (2000): 37 cubanos piden asilo en España. Sociedad de Ayuda a los Cubanos. Junio 6, 2000.

3.- Montaner, Carlos Alberto (2000): España: cinco lecciones electorales. Firmas Press. Marzo 19, 2000

4.- Estefanía, Carlos (2000): Hagamos como dijo Jesús. Revista Cuba Nuestra. Estocolmo. Mayo 1°, 2000.

5.- Rodríguez Ichaso, Maria (2000): Desde España. E-mail con fecha Junio 5, 2000.

6.- Carnicero, Carlos (2000): El legado de Marysleysis. El País. Junio 3, 2000.

7.- AESLEME (2000): Programa: "Saber Vivir". Radio Televisión Española Internacional. Jueves 22 de Junio 2000

Éste y otros excelentes artículos del mismo AUTOR aparecen en la REVISTA GUARACABUYA con dirección electrónica de:

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