Carta abierta a todos los Jefes de Estado invitados a la Cumbre Iberoamericana a celebrarse en Cuba


Honorables Presidentes y Representantes de Hispanoamérica y España.

Aquellos cubanos que en Suiza están identificados con nuestro pueblo oprimido piden a sus señorías una muestra de solidaridad hacia todos los que en Cuba sufren. Los principios de la democracia pudieran verse seriamente lastimados si aquellos que más los defienden, acuden a apoyar en La Habana a un gobierno que en los últimos 40 años no ha hecho nada por cambiar su postura solitaria y represiva.

Desde que estas cumbres se iniciaron, Fidel Castro ha estado aceptando y firmando todos los acuerdos, pero desde entonces, su actitud real ha sido siempre la contraria al espíritu de la unidad. Desde que la Unión Soviética desapareció, el dictador ha hecho uso y desuso de la economía de mercado para tiranizar aun más y con más recursos. El embargo norteamericano, que apenas se ha respetado durante la administración del Presidente Clinton, sigue siendo un instrumento del castrismo para condicionar una apertura muy poco deseada por su Comité Central.

España ha jugado un papel importante en que así sea. Primero, ayudando al régimen de Castro con su influencia política en Europa y segundo, poniendo a su disposición toda la fuerza económica que le han dado a esa península los estados al norte de la Unión. En respuesta a esa ayuda española, Fidel Castro ha endurecido sus abusos sin que nadie lo haya criticado. Desde que España se ha convertido en el sostén económico de Castro, en Cuba han surgido dos nuevas leyes que refuerzan la violación de los derechos humanos. Cuba, otrora un país de gente trabajadora y solidaria, ha devenido una sociedad egoísta y con una criminalidad muy alta dado que la riqueza que en ella se genera nunca llega al pueblo.

Desde que España, Canadá y México han movido a sus transnacionales a la isla, los adolescentes están obligados a trabajar en el campo como mano de obra esclava para esos inversionistas extranjeros. Desde que los norteamericanos han querido colaborar en la rama de la medicina, el estado cubano ha agredido con armas biológicas a los Estados Unidos y a su inocente población. La mayor potencia médica de Hispanoamérica, no atiende por igual a sus enfermos. El antiguo y mal llamado "burdel de los americanos" ha institucionalizado ahora la prostitución, y los crímenes, o las desapariciones de índole política, se han multiplicado como nunca antes se había visto.

Reunirse y aceptar las promesas de un tirano como Castro sólo demostraría una profunda insensibilidad para con el pueblo cubano. Negociar y promocionar la inversión en Cuba genera más explotación que bienestar para su población. Creer que Castro saldará su deuda es ingenuo y sólo obliga, para que mantenga su palabra, a prestarle cada día más. No acusar a Castro como mismo se acusa a Pinochet es tener a la balanza de la justicia congelada, u oscilando sin juzgar. Lo quiera Fidel o no, y nos ayuden ustedes a lograrlo o no, Cuba será tarde o temprano una isla democrática. Piénsenlo.

Como cubanos, y como cubanos unidos a este exilio único en el mundo, lo único que deseamos es que nuestra patria sea libre y democrática. Para lograr ese objetivo, ustedes pudieran hacer mucho demandando una serie de medidas que permitirían aliviar a nuestro pueblo.

a.. Liberación inmediata de todos los prisioneros políticos y de conciencia

b.. Legalización de todos los partidos políticos, uniones sindicales y prensa independiente.

c.. Elecciones libres con voto secreto y supervisadas internacionalmente.

Si estos puntos no se encuentran en su agenda, creeríamos que usted debiera reconsiderar su asistencia a la cumbre de La Habana. De lo contrario, usted estaría dando un espaldarazo al único país del hemisferio donde la libertad, la democracia y el respeto a los derechos humanos es cotidianamente violado. La historia está llena de casos de solidaridad internacional. Nosotros esperamos que usted contribuya a hacer su parte y apoye ahora nuestra posición.

FIN


Cubanos en Suiza

P.D. Los firmantes felicitan la postura y dignidad de todos aquellos que ya han decidido no asistir a la Cumbre de La Habana y en especial, al Honorable Presidente de Argentina, el Sr.Carlos Saúl Menen; al Honorable Presidente de Chile, el Sr. Eduardo Frei; al Honorable Presidente de Costa Rica, el Sr. Miguel Ángel Rodríguez; Al Honorable Presidente del Salvador, el Sr. Francisco Flores y al Honorable Presidente de Nicaragua, el Sr. Arnoldo Alemán.

Copias a:

Diversas instituciones europeas, organizaciones pro-derechos humanos, agrupaciones del exilio cubano, múltiples páginas de internet, y varios medios noticiosos internacionales.


Éste y otros excelentes artículos del mismo AUTOR aparecen en la REVISTA GUARACABUYA con dirección electrónica de:

www.amigospais-guaracabuya.org